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Por: Aracelys Otero Torres / Relacionista Lic R 53
Definido como el uso de la fuerza física o psicológica contra una persona o grupos de ellas, o atentados contra sus pertenencias, la violencia política afecta al mundo. La misma obedece al ejercicio del poder contra las personas opositoras, para abstenerlas de dirigirse contra el sistema o política imperante. Este tipo de violencia puede ser perpetrada por agentes del estado, partidos políticos o sus representantes, entre otros. La realidad es que la violencia política existe a grandes escalas y la misma constituye una amenaza contra la democracia.
Puerto Rico se enfrenta a dos procesos electorales, las primarias de los partidos políticos y la elección general. Esto implica que los aspirantes se encuentran en medio de sus respectivas campañas. Con estas llegan las presentaciones de propuestas, ideas e iniciativas que permiten a los seguidores analizar su contenido para escoger el aspirante que se convertirá en el candidato oficial por el cual votarán en los comicios electorales. De igual forma llegan los insultos, las faltas de respeto y muchas veces la creación de noticias falsas. Todos con el propósito de sacar de la carrera a los opositores, ya sea dentro del propio partido político o entre bandos de diferentes partidos.
Algunos ejemplos de violencia política incluyen el uso de armas de fuego, tiroteos, asesinatos y secuestros. También incluyen el terrorismo, golpes de estado, disturbios y protestas. Cuando miramos el mundo encontramos que el Informe de la Misión de Observación Electoral: La violencia contra líderes y lideresas políticas, sociales y comunales, reveló que en 2023, Colombia aumentó los hechos de violencia contra líderes políticos, sociales y comunales en comparación con el 2019. El total de incidentes registrados a lo largo del 2023 fue de 748, la mayoría de ellos contra líderes políticos
En 2022, en México se reportaron 274 asesinatos de personal político y el asesinato de 19 periodistas. Recientemente en México, la candidata, Bertha Gisela Gaytán, falleció tras recibir un disparo mientras hacía campaña en la comunidad y otros tres resultaron heridos en un tiroteo en Celaya.
Aunque a menor escala, en Puerto Rico también es evidente la violencia política. Directores de campaña, aspirantes y candidatos lanzan epítetos contra sus contrincantes que incluyen desde el uso de palabras soeces hasta insultos desmedidos. Este reclamo se evidenció en el vídeo de anuncio de aspiración a la gobernación por el Partido Nuevo Progresista de Jenniffer González en el cual expresó las situaciones de violencia política de las cuales fue o es víctima.
Definitivamente la violencia política se tiene que combatir. Para ello es necesario ampliar la discusión sobre el tema para evitar que el mismo escale. Un primer paso para erradicar este mal es el establecimiento de guías y protocolos para prevenir y atender el mismo. Además se debe crear un marco normativo específico. Sin lugar a dudas, este es un tema relevante el cual le toca a los aspirantes atender mediante el establecimiento de alianzas y acciones concretas que erradiquen este tipo de conducta.