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Fomentando la Productividad y el Bienestar: “La Importancia de los Espacios Laborales Saludables”
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Fomentando la Productividad y el Bienestar: “La Importancia de los Espacios Laborales Saludables”

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Por: Luis Ibrahyn Casiano Rodriguez, M.S.W. / Trabajador Social Clínico y Estudiante del Programa Graduado de Psicología Industrial Organizacional

En el escenario laboral actual, donde la competencia es feroz y las demandas son constantes, las empresas están empezando a darse cuenta de que la clave para el éxito no solo radica en la eficiencia y la rentabilidad, sino también en el bienestar de sus empleados(as). Los espacios laborales saludables no solo son una tendencia en ascenso, sino una necesidad imperiosa en la era moderna. El concepto de espacios laborales saludables va más allá de la ergonomía de los muebles o la iluminación adecuada. Implica la creación de un entorno que fomente la salud física, mental y emocional de quienes allí trabajan. Desde la disposición del mobiliario, materiales y equipos, hasta la promoción de hábitos saludables, cada aspecto del entorno laboral puede influir en el bienestar de los empleados y; en última instancia, en su desempeño.

Como señaló Robin S. Sharma, autor y orador motivacional, “El espacio en el que trabajamos puede tener un impacto significativo en nuestra productividad y nuestro estado de ánimo. Un ambiente que promueva la creatividad y el bienestar puede inspirar resultados extraordinarios”. En este sentido, las empresas tienen la responsabilidad de diseñar entornos que estimulen la creatividad, la colaboración y el sentido de comunidad entre sus empleados. La evidencia científica respalda la idea de que los espacios laborales saludables pueden tener un impacto positivo en la productividad. Un estudio publicado en la revista Occupational and Environmental Medicine encontró que los trabajadores que tienen mayor control sobre su entorno laboral tienen un 13% menos de probabilidades de reportar un alto nivel de agotamiento. Esto sugiere que ofrecer a los empleados la autonomía para personalizar (bajo algunos lineamientos) su espacio de trabajo puede reducir el estrés y aumentar la satisfacción laboral.

Sin embargo, crear espacios laborales saludables va más allá de la estética y la comodidad física. Para ello es fundamental abordar también la salud mental. La Dra. Susan M. Pollack, psicóloga clínica, afirma: “Los entornos laborales que priorizan la salud mental de sus empleados no solo fomentan la felicidad individual, sino que también promueven una cultura organizacional más sólida y resistente”. Ofrecer recursos como programas de bienestar emocional, sesiones de mindfulness o acceso a asesoramiento psicológico puede marcar la diferencia en la salud mental de los trabajadores y, por ende, en su desempeño laboral. Sin dudas, invertir en espacios saludables no solo beneficia a los empleados, sino también a las empresas u organizaciones. Un equipo feliz y saludable tiende a ser más comprometido, creativo y productivo.

Dentro del proceso de crear espacios saludables hay que observar la gestión, tanto desde la supervisión como desde el lado de los(as) trabajadores. Pero circunscribiéndome desde la perspectiva de la supervisión, es importante considerar las políticas de bienestar. Pues establecer políticas claras que promuevan el bienestar en el lugar de trabajo no solo en base a los lineamientos de Ley, sino, que desde la concepción del mundo actual y de los intereses de las personas, es clave. También, el apoyo emocional debe estar contemplado en los recursos hábiles y accesibles al trabajador(a). Haciéndose vital el proporcionar recursos de apoyo internos más allá de los que le pueda proporcionar su cubierta médica, como programas de asesoramiento, sesiones de mindfulness o capacitación en habilidades de afrontamiento al estrés. Por otro lado, la comunicación abierta, el reconocimiento y la valoración de la diversidad es fundamental para crear una cultura de comunicación transparente, donde los empleados se sientan seguros para expresar sus preocupaciones y necesidades relacionadas con su bienestar. Por otro lado, y no menos importante, la oportunidad de desarrollo profesional. Lo cual promueve el crecimiento personal y profesional de los empleados, aspecto que contribuye a su satisfacción laboral y al desarrollo de una alta estima y lealtad hacia la institución para la que laboran; poniendo su conocimiento y habilidades al servicio de la empresa y de los servidos por esta. Esto, más allá de un aspecto contractual, sino como un principio de apoyo mutuo, aunque sea remunerado; apostando a un proceso más humanizado.

 

 

 

 

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