Por segundo año consecutivo el Coliseo Mario Quijote Morales en Guaynabo sirvió de escenario para que cientos de personas se dieran cita con el fin de participar del evento del Zumbathon “ Danza por una vida”, a beneficio de los niños pacientes y sobrevivientes de cáncer, participantes de la Fundación Rayito de Esperanza.
Este año la actividad estuvo muy concurrida por personas de distintas edades, quiénes danzaron por una buena causa. El evento contó con la participación de Carina Ortíz, la primera instructora certificada de zumba en silla de ruedas en Puerto Rico y el Caribe, quién demostró en tarima que su condición de salud no ha sido un impedimento ni una limitación para alcanzar sus sueños. El momento culminante de la actividad se dio cuando Carina subió a tarima frente a cientos de espectadores e impartió una clase de zumba desde su silla de ruedas. De esta forma, la joven de 36 años sirvió de ejemplo a todos los niños pacientes de cáncer que llevan una batalla contra está enfermedad.
“Estar en una silla de ruedas para mí no ha sido impedimento, a pesar de todas las situaciones de salud que he tenido que enfrentar” manifestó Carina, quién explicó que su condición de espina bífida la ha llevado a ser sometida a varias operaciones.
Durante la actividad estuvo presente el alcalde de Guaynabo Ángel Pérez, quién entregó a la Fundación una proclama declarando el primer domingo de noviembre como el día del zumba a beneficio de los niños participantes de Rayito de Esperanza.
Por su parte, la directora de la Organización, Liliana Aponte agradeció el compromiso del Primer Ejecutivo Municipal, al tiempo en que admiró la actitud positiva con la que Carina enfrenta su condición. “Sin duda es una guerrera y sirve de inspiración para nuestros niños”, resaltó.
Para conocer información de los servicios que ofrece la Organización a sus participantes puede acceder a rayitodeesperanzapr.org