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«Lo que niegas te somete; lo que aceptas te transforma.», expresó una vez Carl Jung; y con esta cita abrimos el tema, pues aceptar que debemos trabajar más en pro de la salud mental es comenzar a transformar el País desde la gente. El Mes Mundial de la Salud Mental, que se celebra en octubre, es un período crucial que nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre la importancia de la Salud Mental en nuestras vidas y en la sociedad en general. Esta ocasión nos invita a explorar y comprender los desafíos que enfrentamos, así como a reconocer la necesidad de promover la resiliencia y el bienestar psicológico en todo el mundo, destacando la necesidad de atención y apoyo continuos para abordar los problemas de salud mental y promover una sociedad más saludable.
La Salud Mental es un componente esencial de nuestra salud en general. Según expresado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), «la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades». Esto subraya la importancia de crear espacios y fortalecer los existentes en aras de contribuir a ello, en adición, importante cerrar las brechas que limitan el acceso a los servicios dirigidos a la Salud Mental, entre ellas la económica. Como también, se debe apoyar a los(as) profesionales en este campo, desde la diversidad de especialidades para que se queden en nuestro País ejerciendo desde los distintos nichos profesionales, tanto públicos como privados, entre otros.
Una buena Salud Mental nos permite afrontar el estrés, tomar decisiones adecuadas, mantener relaciones saludables y disfrutar de una calidad de vida satisfactoria. Además, una Salud Mental deficiente puede tener consecuencias graves, que van desde problemas de relación y bajo rendimiento en el trabajo hasta enfermedades mentales graves como la depresión y la ansiedad somatizadas también en lo físico, agudizando así la problemática salubrista del País. Según datos expuestos en esmental.com, medio noticioso y educativo dirigido a estos temas en Puerto Rico, desde el 2020 se ha visto un alza significativa en el uso de la Línea PAS de la Administración de Salud Mental y Contra la Adicción (ASSMCA), con llamadas relacionadas a síntomas de depresión, ansiedad, ideación suicida y el uso problemático de sustancias. Allende Santos, Coordinadora de la Línea PAS expresó recientemente, “Tenemos muchas personas de la tercera edad utilizando la línea ante la situación de la soledad que viven, preocupaciones por su salud y el costo de vida, y también manifestando que han perdido sus cuidadores porque se fueron de Puerto Rico”. A esto le sumamos, que tanto niños, jóvenes y personas en la etapa de la adultez temprana combaten a diario las situaciones personales y psicosociales que agudizan las crisis emocionales/mentales ya sean por patologías o por eventos traumáticos, no solo los que se dan desde la particularidad del individuo, sino que, desde el Huracán María, los Terremotos y el COVID – 19 hemos experimentado.
El Mes Mundial de la Salud Mental es una oportunidad única para crear conciencia sobre la importancia de esta y desafiar el estigma asociado a las enfermedades mentales. Sirve, además, como un recordatorio de que poder acceder a servicios propios es asunto de Derechos Humanos, que debe protegerse y promoverse. Durante este mes, se realizan numerosas campañas educativas y actividades para fomentar la comprensión de los desafíos que enfrentan las personas con problemas de Salud Mental. Estas iniciativas ayudan a informar a la sociedad sobre la necesidad de apoyo, comprensión y acceso a recursos para las personas que padecen trastornos mentales. Como expresó una vez el ex Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon: «La Salud Mental es más que la ausencia de trastornos mentales; es un recurso esencial para la vida cotidiana, la capacidad de relacionarse con los demás, el aprender, el trabajar y el disfrutar de una vida plena».
No obstante, también desde lo personal, el Mes Mundial de la Salud Mental es un recordatorio oportuno de la importancia de cuidar de esta y de apoyar a quienes la necesitan. Pues promover la resiliencia y el bienestar psicológico es una responsabilidad compartida que requiere el compromiso de individuos, comunidades y gobiernos. En última instancia, al reconocer la relevancia de la Salud Mental y al trabajar juntos para abordar los desafíos que enfrentamos, podemos construir una sociedad más sana y equitativa para todos. Debemos cuidar y apoyar nuestras mentes de la misma manera que debemos hacerlo con nuestros cuerpos, y el Mes Mundial de la Salud Mental nos recuerda esta imperativa tarea que debemos ejercer también desde el Gobierno de Puerto Rico y sus Municipios. Pues como bien se consigna, “sin Justicia Social la Salud Mental es solo un “issue” de discurso”; trascendamos…