Por: Aracelys Otero Torres / Relacionista Lic R 53

Mucho se habla de la necesidad de que el país tenga un líder que dirija las riendas del gobierno. También se discute quién es la persona que más se acerca a ese modelo inspirador. La Real Academia Española define a un líder como persona que dirige o conduce un partido político, un grupo social u otra colectividad.  Luego de esta definición me pregunto ¿Son todos los políticos líderes?

Me atrevo a asegurar que usted rápidamente tiene pensamientos para la respuesta.  Al analizar información publicada sobre este tema en diversas fuentes, resaltan varios denominadores comunes para definir un líder. Esos denominadores son saber escuchar, aprender de sus errores y aceptar cambios.

Un líder debe escuchar. Esta es la manera más efectiva para implementar estrategias que atiendan y resuelvan los reclamos de los ciudadanos. En el plano político una de las quejas principales en contra de los gobernantes es que se olvidan de escuchar, lo cual les aleja de conocer las necesidades de la gente. Peor, otros aseguran existe una desconexión directa entre ambos grupos (gobernante y ciudadanos). En la actualidad el gobernador Pierluisi tiene como lema de campaña «Haciendo que las cosas pasen». Con este asegura que hay un movimiento real en diferentes renglones. Sin embargo, al mirar la prensa se constata que alcaldes y alcaldesas le exigen que cumpla con esa frase porque en sus municipios nada pasa. Este es el caso de  Morovis, Hatillo, Toa Alta y Vieques.

Aprender de sus errores es otro de los denominadores comunes al definir un líder. Hay múltiples ejemplos en los cuales los líderes repiten sus errores y los de otros. El mejor ejemplo es el tema de la corrupción. Funcionarios de todos niveles gubernamentales son cuestionados, investigados y hasta acusados por temas relacionados a la corrupción. Cuatrienio tras cuatrienio son decenas los funcionarios y los gobiernos, a nivel estatal como municipal, quienes se ven involucrados en temas de malversación de fondos públicos. Entre los casos más recientes bajo investigación se encuentran la exrepresentante María Milagros Charbonier, la exgobernadora Wanda Vázquez y el alcalde de Mayagüez, José Guillermo  Rodríguez.

 Otro denominador común que debe tener un líder es aceptar los cambios. Hoy más que nunca estos cambios incluyen enmarcar la agenda de trabajo conscientes de la  pluralidad política. Ejemplo de esto es la composición de la Asamblea Legislativa de PR en donde actualmente hay representantes de cinco partidos políticos y también legisladores independientes.  Otro gran tema que un líder debe atender es la inclusión.

El próximo año, PR se enfrenta a las elecciones generales 2024 y mediante el voto les tocará a cientos de electores hábiles escoger los nuevos líderes que representarán a cada puertorriqueño.  Les invito a reflexionar y a escoger aquellos que en verdad tengan los atributos descritos y que sean modelo a emular por esta y futuras generaciones.  Que sirvan de inspiración y que dejen huellas. Aspiremos a mejores líderes porque en mi opinión hay muchos políticos que se alejan de serlo.