|
Por: Aracelys Otero Torres / Relacionista Lic R 53
Si algo caracteriza a los puertorriqueños es la alegría con la cual celebramos la Navidad. Algunos dicen que en Puerto Rico celebramos las Navidades más largas del mundo y me parece que en efecto es una realidad. Desde tempranas semanas en noviembre, las calles y las áreas de trabajo empiezan a dar signos de que se acercan las festividades. Luces, guirnaldas, música navideña, son algunos de los elementos que podemos comenzar a identificar. Hay quienes adornan sus hogares tan temprano como el 1ero de noviembre mientras otros esperan celebrar el Día de Acción de Gracias para luego ubicar el tradicional arbolito de navidad en algún lugar particular del hogar.
En cuestión de días, las plazas públicas comienzan a lucir los adornos propios de la época y con ello llegan los tradicionales encendidos y fiestas navideñas. Cada pueblo tiene algo particular en sus decoraciones y en la forma en cómo festejan los días. Visitar las plazas públicas para ver sus decoraciones es una excursión que toda familia debe tener.
Para mi familia, visitar los pueblos en Navidad se convirtió en una tradición. Cada año separamos algunos días para visitar los pueblos más cercanos de donde residimos. Nos montamos en el vehículo de motor y escuchamos música navideña. Mi experiencia es que cada año las decoraciones se ven más bellas y los adornos son más creativos. Nacimientos, Iglesias con luces LED, árboles de Navidad gigantes, luces que reflejan diferentes siluetas, son algunos de los recuerdos que tengo de las visitas.
Al igual que nosotros, otras familias, disfrutan de llegar al pueblo, tomarse una foto y si por casualidad hay algún negocio donde puedan comprar café o chocolate hace que la noche sea más divertida. De igual forma, las visitas permiten descubrir otros atractivos turísticos del pueblo, lo que resulta en una segunda o tercera visita al lugar. Las decoraciones y las actividades que cada municipio realiza se convierten en espacios para promover el turismo interno y con ello la economía mientras las personas disfrutan en sana confraternización.
Celebrar la Navidad, es celebrar nuestras costumbres y tradiciones. Nuestra isla se caracteriza por el calor de su gente, por el espíritu de servicio y de ayudar. Estos afloran durante la época festiva y se manifiestan en compartir alimentos y regalos, por mencionar algunos, con aquellas poblaciones más vulnerables. Es llevar alegría a través de las tradicionales trullas que por lo regular comienzan con la canción: Traigo esta trulla para que te levantes. Es compartir en familia y con amigos la esperanza e ilusión que estos días nos provocan.
En esta Navidad mis deseos para todos, en especial para los seguidores de La Voz Digital PR es que celebren junto a sus seres queridos, estos días en los cuales revivimos el Nacimiento del Niñito Jesús. Que cada uno tenga en su hogar salud, alimentos y paz. Reciban mis mejores deseos para que el respeto y el amor llenen sus vidas en este día y siempre. ¡Felicidades!