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El Sierra Club y Queremos Sol urgieron hoy a la Legislatura aprobar legislación para eliminar los combustibles fósiles en la generación de energía en Puerto Rico y poder transicionar a energía renovable comenzando con prohibir la quema de carbón por ser dañina para el medio ambiente y por los efectos nocivos a la salud.
“Reconocemos la inminente necesidad de trabajar con la transición a energía renovable en la isla y de proyectos que viabilicen la propuesta de Queremos Sol, por tal razón solicitamos que en esta sesión legislativa se aprueben las medidas 131 del Senado y 430 de la Cámara que eliminan el uso de la combustión de carbón en la política pública sobre la generación de energía en el país. La aprobación de ambos, más la aprobación de la Resolución 2, es más que urgente pues, la generación de energía mediante la quema de carbón genera sobre 250,000 toneladas de residuos o cenizas de carbón al año”, explicó Adriana González, portavoz de Sierra Club.
González detalló que cientos de miles de toneladas de los residuos del carbón de la carbonera AES han sido amontonados a la intemperie durante años en Guayama afectando directamente la calidad de vida y del medioambiente de las comunidades aledañas a la planta.
De igual forma, Víctor Alvarado, residente de Salinas requirió de los legisladores la aprobación de estos proyectos que sacarían de operación a la planta más contaminante del país según el informe Inventario de Emisiones Tóxicas “TRI”, (por sus siglas en inglés) publicado por la EPA en noviembre del 2019.
“La quema de carbón ha afectado directamente la salud de las comunidades de Guayama y pueblos limítrofes. La Escuela Graduada en Salud Pública del Recinto de Ciencias Médicas la UPR reveló en sus estudios que en Guayama 1 de cada 3 habitantes ha sido diagnosticado con enfermedad respiratoria; 1 de cada 4 habitantes ha sido diagnosticado con enfermedad cardiovascular; el asma pediátrica es aproximadamente 5 veces mayor; el asma grave en niños es 6 veces mayor; la urticaria es 7 veces mayor; los abortos espontáneos son más de 6 veces mayor; hasta el agua potable que llega a los hogares de comunidades aledañas a los pozos del acuífero del sur en Guayama y Salinas está contaminada con tóxicos procedentes de las cenizas producidas por la planta carbonera AES. La aprobación de estos proyectos haría que AES no nos siga matando”, puntualizó.
“Insistimos en el cierre inmediato de la planta de carbón, por el alto costo a la salud y a la vida de las múltiples familias, que por más de dos décadas, han sufrido directamente las consecuencias de la toxicidad de las operaciones de la planta, y por los serios daños ambientales que han causado tanto a la calidad del aire, de los suelos, los cuerpos de agua y la costa. No sin antes exigir la descontaminación de los terrenos y acuíferos, y la mitigación de los daños ocasionados al ambiente y la salud”, recalcó.
Alvarado añadió que AES no es necesaria para suplir la demanda de energía del País, pues desde el 15 de enero la mitad de la planta de carbón de AES está desconectada del sistema eléctrico por mantenimiento y el propio director ejecutivo, de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), Josué Colón, aseguró que las actuales plantas de la corporación pública pueden generar la cantidad de energía producida por la carbonera.
Por su parte, José Coss, Abogado de Sierra Club, insistió en que es posible retirar la generación a base de combustibles fósiles, primero con AES, y luego con las plantas generatrices de Palo Seco y Aguirre para lograr la transición total a energía renovable viabilizando la propuesta de Queremos Sol.
“Queremos Sol es una propuesta multisectorial para crear una transición justa del sistema eléctrico de la isla. Proponemos la instalación de paneles solares en los techos de los hogares como un servicio público, con esto, podríamos alcanzar el 75% de energía renovable en 15 años y reducir costos de combustible a $430 millones (los costos de combustible superan los $1.4 mil millones en 2019 y 2020). Tenemos que comenzar hoy a eliminar los combustibles fósiles y crear una isla con energía solar. No hay necesidad de gastar dinero en nuevas plantas de combustibles fósiles o en conversiones de plantas existentes para uso de gas natural, contaminantes y peligrosas”, precisó.
Martiza Maymi, profesora y miembro del Programa Legislativo de Sierra Club, hizo un llamado a los legisladores a comprometerse con la calidad de vida y la salud de los puertorriqueños aprobando los proyectos radicados que eliminan los combustibles fósiles de la política pública.
“Aquí tiene que existir un compromiso por parte de todos los legisladores con la salud del pueblo y por amor al ambiente. Ya nosotros comenzamos a visitarlos y a explicar la importancia de que se aprueben estos proyectos. Hemos conseguido el apoyo y el compromiso de seis legisladores para que estas medidas sean aprobadas y posteriormente convertidas en ley, pero necesitamos el compromiso de todos”, concluyó.