|
Desde el inicio del contrato de LUMA Energy existen dos realidades: hemos visto en nuestras facturas un aumento en el costo y el servicio se encuentra peor que en el pasado. Con estas dos realidades todos estamos de acuerdo. En una reciente pasada sesión senatorial, durante mi turno inicial, que me expresé sobre la situación que vive el país y los servicios que ofrecen a los consumidores tanto la Autoridad de Energía Eléctrica como LUMA Energy. Basta examinar las condiciones de los pueblos que conforman el Distrito de Guayama al que represento para conocer las injusticias que se vive con el tema del servicio de energía eléctrica. En los pasados días, recordamos con tristeza los cuatro años desde el azote del Huracán María y todavía tenemos un sistema de energía débil e inestable. Vemos en los medios de comunicación del País que a LUMA Energy se le ocurrió solicitar un aumento en la factura de la luz de un 16.4%. Hermana y hermano puertorriqueño, ¿qué bolsillo aguanta un aumento del 16.4%? Aunque finalmente el Negociado de Energía aprobó una cantidad menor, sabemos que para el trimestre de enero a marzo de 2021, el Negociado ya había aprobado un primer aumento de 0.81 centavos por kWh, que encareció la factura de luz para los clientes residenciales, en promedio, en $6.52 o 4.7%. Entonces, el costo por kWh se estableció en 18.1 centavos. Hoy día, el país sufre el aumento en las tarifas de peaje, tenemos una población de adultos mayores que está a la expectativa de enfrentar una posible reducción significativa a sus pensiones, vivimos los estragos provacados por la pandemia del Covid 19, y encima de todo eso, tenemos que enfrentar otra alza en la tarifa de la luz eléctrica. ¿Es esto es posible? Vemos que nuestras facturas de luz aumentaron durante los pasados meses a pesar de que todos los días enfrentamos apagones e interrupciones prolongadas. La norma del día es que cada uno de nosotros tiene que invertir en la compra de un generador eléctrico. Sin embargo, la realidad es que pagamos caro por un servicio que no sirve y ahora pretenden aumentar el costo de este servicio esencial. El tema de la energía eléctrica tiene que ser prioridad para Puerto Rico. La situación con nuestro sistema energético es insostenible. El País no aguanta más. Miles y miles de puertorriqueños y puertorriqueñas no saben si van a poder cubrir todos los gastos de su familia ¿y el gobierno les anuncia que se preparen para otro aumento? Y ese padre y esa madre de familia que todos los días tienen que decidir si paga la compra para tener algo de comer en su casa o si pagan el medicamento de sus hijos, cómo manejará un aumento más. ¿Del lado de quién estamos? ¿vamos a concederle 14 años más al contrato de LUMA? Mi llamado desde el Senado, y desde las comunidades, es a unirnos y a levantar la voz de un pueblo que al unísono reclame que no aguanta más. El paso correcto en beneficio de la isla es cancelar el contrato de la AEE y Luma Energy y que el gobierno busque alternativas que resuelvan el problema sin afectar el bolsillo de los consumidores. |