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Al salir de viaje desde el aeropuerto de Puerto Rico todo pasajero con maletas tiene que inspeccionar sus maletas en el Departamento de Agricultura Federal (USDA, por sus cifras en Ingles). Esta inspección es obligatoria y ocurre cuando llegas a una fila desorganizada antes de comenzar la odisea de entregar las maletas en el mostrador de la línea aérea.
El propósito de la fila en el USDA es entendible. USDA inspecciona todo lo que los pasajeros puedan llevar consigo para así proteger el ecosistema natural de los Estados Unidos. Este grupo obliga a declarar todo producto comestible, animal o agrícola que el pasajero lleve consigo. Si el pasajero transporta unos aguacates para sus familiares en Estados Unidos (EE.UU) o un guineo para merendar en el avión, debería declararlo o podrá ser confiscado y multado por USDA. Por ende, como es necesario para los estadounidenses proteger su medio ambiente ellos crearon las leyes que obligan a coleccionar las etiquetas de colores llamadas “USDA inspected”.
Hawaii también tiene un sistema algo similar. De acuerdo con sus leyes, las plantas y los animales foráneos al ecosistema de Hawaii podrían ser dañinos a su ecosistema y a la comunidad en general. Esta declaración es necesaria antes de entrar en Hawaii. Y si no el pasajero podría ser multado y hasta encarcelado.
Esta inspección y declaración agrícola no ocurre al llegar a Puerto Rico desde un vuelo domestico. Puerto Rico cultiva una gran cantidad de frutas, verduras, legumbres, hortalizas, y tubérculos. Y si una peste foránea se introduce al ecosistema ambiental o agrícola de Puerto Rico, esta afectará el cultivo, la alimentación y hasta el precio de los productos en el mercado; un gran daño a la comunidad en la isla. Puerto Rico también tiene sus granjas avícolas. Ahora imagínate si una plaga foránea entra a Puerto Rico porque un pasajero se trajo un pollito dormido en el bolsillo.
Las iguanas son otro ejemplo. Estos reptiles fueron introducidos al mercado puertorriqueño como animales exóticos. Estos animales son herbívoros y se alimentan del paraíso agrícola natural de Puerto Rico. Ahora, dicho animal se ha convertido en una plaga foránea en Puerto Rico. Y como no tiene depredador natural, la misma crece sin control alguno.
Algo simple hay que hacer. Así como USDA y Hawaii protegen sus intereses, los puertorriqueños tienen que proteger sus tierras de cualquier invasor foráneo. Si yo me he quedado con el guineo en la mano para merendar en el avión por las leyes de USDA, que otros también se queden con él antes de entrar en Puerto Rico cuando apliquemos nuestras leyes.