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Puerto Rico figura entre los cinco (5) países más longevos de las Américas y el Caribe. Según el Censo del 2018, un 27.3 por ciento de la población tiene más de 60 años. Para el 2030 se espera que la población de adultos mayores sea mayor que la de menores de 18 años.
“Esto significa que un adulto mayor con gran probabilidad tendrá a cargo el cuidado de sus padres o algún otro ser querido. Por esta razón, es importante que tomemos en consideración el significado de Aging in Place, que significa envejecimiento en el lugar de vida” indicó Maribel García López de Victoria, terapeuta ocupacional y certificada como especialista en envejecimiento en el lugar de vida (CAPS por sus siglas en inglés).
Para la terapeuta ocupacional “no hay que esperar a pasar por una cirugía de rodilla, espalda o cadera o tener la responsabilidad de cuidar a un familiar enfermo para realizar modificaciones en el hogar, por lo que se debe ir preparando la vivienda desde el momento en que también se decide que será el lugar donde vivirá toda su vida”. “Esto permitirá que el hogar se adapte a los cambios que se van presentando con la edad y en las diferentes etapas de la vida” añadió.
Modificaciones en el hogar
Algunos cambios o modificaciones simples que la especialista recomienda ir realizando son sustituir las cerraduras de las puertas circulares por un modelo tipo palanca por ser fáciles de abrir con la muñeca y el codo; instalar luces de sensores de movimiento; colocar cintas antideslizantes en los escalones; y colocar barras de seguridad en la ducha. Existen otras modificaciones más complejas que pueden requerir la contratación de un profesional como eliminar la bañera y hacer una ducha con desagüe y sin escalón, instalar una rampa o hacer un baño en el primer nivel de la casa.
El profesional de terapia ocupacional trabaja con la población de adultos mayores para facilitar el envejecimiento en el lugar de vida. García López de Victoria, quien también pertenece a la Junta del Colegio de Profesionales de Terapia Ocupacional de PR (CPTOPR), explicó que “el rol del terapeuta ocupacional en esta área es identificar estrategias individuales para cada cliente según sus necesidades y el lugar donde vive. Este profesional de salud está capacitado para visitar el hogar y dar recomendaciones sobre accesibilidad, seguridad y modificaciones dentro de su entorno natural”.
Una evaluación de accesibilidad en el hogar realizada por un terapeuta ocupacional permitirá identificar áreas de la vivienda que requieran atención para mejorar la calidad de vida, mantener independencia para las actividades rutinarias y prevenir caídas. Esto ayudará a que la vivienda sea cómoda, accesible, visitable y seguro para todos los que la vivan. “Es una manera de reducir la dependencia de un cuidador y el riesgo de hospitalizaciones por accidentes o caídas” enfatizó la especialista.
El terapeuta ocupacional observa no solo el medioambiente, también presta atención a como interactúa la persona dentro de ese espacio en donde vive. “Existe el modelo conocido como Persona- Ambiente-Ocupación que nos permite tener un conocimiento más amplio sobre el bienestar físico, cognitivo y emocional de las personas, y cómo el lugar donde vive puede impactar su desempeño ocupacional”.
En una evaluación de accesibilidad, el terapeuta ocupacional observa las destrezas de la persona para sentarse y levantarse de la cama, de una silla o inodoro, así como entrar y salir de la ducha o bañera. También, evalúa el equipo que utiliza para caminar y si es el adecuado; identifica si la persona presenta cambios a nivel cognitivos de memoria, atención, concentración; cambios motores en la coordinación, fuerza muscular, balance, tolerancia y el patrón al caminar; entre otros.
Otros aspectos a considerar son las barreras arquitectónicas que pueden encontrarse en la entrada de la casa, en cuartos, baños, cocina, sala, área de laundry, comedor y patio. La terapeuta ocupacional señala que “las más comunes son escalones en la entrada de la casa, pasillos con pobre iluminación, puertas estrechas, baños pequeños con bañera y sin barras de seguridad, cocina con gabinetes altos y espacios limitados para la movilidad”.
García López de Victoria enfatiza que “la persona no debe esperar a que ocurra un accidente o tenga la necesidad para realizar una evaluación de su hogar; tenemos que prevenir. La meta en terapia ocupacional es lograr que las personas sean independientes el mayor tiempo posible y que logren llevar a cabo toda aquella ocupación que quiere o desea realizar”.