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Por: Aracelys Otero / Relacionista Lic R 53
Cada día los ciudadanos son más exigentes en conocer a cabalidad las estrategias implementadas por los gobiernos para atender las situaciones que enfrentan. El acceso a la información se agudiza, más aún, en momentos en que el Internet domina la manera en como nos comunicamos y el acceso que tenemos a la información. Es por esto que el nuevo gobierno debe tener claro los objetivos que quiere alcanzar y cómo comunicar estos a los ciudadanos.
Un plan de comunicaciones y relaciones públicas es vital para el intercambio efectivo de comunicación entre el gobierno y sus públicos. Este tiene como fin primordial establecer las estrategias de información entre una entidad y sus públicos. El plan contribuye al establecimiento de objetivos, cómo, cuándo y qué se pretende comunicar, la distribución de tareas, el tiempo de ejecución y las acciones que se realizarán, entre otros.
En ocasiones los gobiernos fallan en establecer, desde el día uno, cuales son los mensajes que quieren comunicar y fallan en lograr una armonía en las estrategias desarrolladas por el ejecutivo y las agencias gubernamentales, por mencionar un ejemplo. Por lo regular, ese primer intercambio de información se centra en presentar las situaciones encontradas en aquellos puestos en los cuales hubo cambio de mando de un partido político a otro. Este escenario se repite donde a pesar de que administra el mismo partido, hubo primarias o controversias entre los candidatos. Los esfuerzos de comunicación se centran en demostrar lo mal que lo hizo el anterior y cómo el nuevo funcionario espera resolver las situaciones encontradas.
Puerto Rico enfrenta retos nunca imaginados y los puertorriqueños reconocemos que nos toca a todos unir voluntades para poder adelantar una agenda de progreso como país. Cuando dejamos atrás el escenario político los funcionarios electos deben entender que se convierten en líderes gubernamentales a nivel estatal y municipal. Esto significa que su responsabilidad es trabajar por todos los ciudadanos más allá de líneas político partidistas. Esos líderes deben estar conscientes que el pueblo que los eligió, les exigirá respuestas y atención a sus necesidades. Un plan de comunicaciones y relaciones públicas es una herramienta de trabajo necesaria para fortalecer el intercambio de información entre ellos y sus públicos.
Hoy, me atrevo hacer un llamado a los funcionarios de gobierno para que inicien este cuatrienio con planes de comunicaciones y relaciones públicas que se ajusten a las necesidades de su administración. Que sus mensajes sean cónsonos con sus acciones. Que a través de la comunicación puedan demostrar que tanto la gestión gubernamental como las políticas públicas que establecerán estarán centradas en la transparencia, honestidad, justicia social y sensibilidad. Que el intercambio de información se enmarcará en el respeto, la inclusión y la apertura. Espero que atrás queden los errores del pasado que tanto laceraron la confianza de los ciudadanos en el gobierno y que sean la comunicación y las relaciones públicas los vehículos para devolver la esperanza a todos los puertorriqueños.