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Como un sueño hecho realidad, así describe la cagüeña Laura Suárez su carrera desde las Halcones de Gurabo hasta lograr ser la primera jugadora puertorriqueña en desempeñarse profesionalmente en España, con el Levante UD B de la Liga Reto Iberdrola.
Para la deportista sus 5 ́4 de estatura no han sido impedimento para convertirse en la jugadora más conde-corada por los pasados 10 años. Logrando entre sus palmares el premio Olímpico de Atleta más destacado en el 2011, otorgado por el Comité Olímpico de Puerto Rico (COPUR) y sus múltiples campeonatos en la Liga Superior Femenina de la isla.
“Comencé a jugar tarde al fútbol, a los 15 años, gracias a mi primo Mike Rodríguez” manifestó la delantera. “Sin embargo, siempre fui atleta”. Practicó baloncesto, taekwondo, ajedrez, béisbol y muchas otras disciplinas y dio sus primeros pasos en el club Halcones de Gurabo, donde solo estuvo un año.
El salto al profesionalismo
La primera experiencia profesional de la jugadora egresada de la Universidad de Puerto Rico Recinto de Cayey (UPRC) llegó de manos de uno de los clubes femeninos más importantes de Europa. El Levante UD, actualmente tercero en la tabla de la Primera División de España, la fichó para controlar el mediocampo y liderar su filial en la Segunda División de la Liga Española, la Liga Reto Iberdrola.
“El nivel táctico ha sido lo más impactante en comparación a Latinoamérica y el Caribe. Los españoles son sumamente detallistas y están al pendiente de lo más mínimo porque entienden que esa es la diferencia para obtener mejores resultados” describió Suárez.
Metas a largo plazo
Como parte de sus planes Suárez ostenta tres grandes metas entre las que se encuentran el finalizar sus estudios en nutrición, ser un agente de ayuda para jugadores en Puerto Rico que quieran dar ese paso profesional y aventurarse por el camino del balompié para llegar a un Pre-Mundial y posteriormente a un Mundial.
“A los niños que desean seguir mis pasos les digo que no es un proceso fácil. Conlleva mucho sacrificio y compromiso, pero al final gusta porque es algo que a cada jugador le apasiona y le llena. No hay sueño pequeño ni grande” concluyó la capitana del Huracán Azul.