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El caos en las primarias estatales ¿Y ahora qué?
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El caos en las primarias estatales ¿Y ahora qué?

Por: Lic. Gerardo Cruz

En su origen la ley electoral disponía que los partidos políticos celebrarían primarias en Puerto Rico, el primer domingo del mes de junio, o sea el 7 de junio pasado, de no haber sido por la pandemia del COVID-19 y sus efectos en el diario vivir.

De inmediato, los principales partidos políticos iniciaron un esfuerzo para armonizar sus voluntades y necesidades para atender un evento electoral afectado por su posposición.   Atendida varias preocupaciones de cada comité de campaña, se logró en consenso contar con una fecha para recrear el calendario de primarias nuevo.  Se pospuso por casi 60 días la primaria, no por capricho, sino porque se tuvo que realinear días del calendario de primarias interrumpido.

Cada comité de campaña de los aspirantes a primaria se vio forzado a diseñar nuevas estrategias para hacer una campaña política distinta y depender de factores que no controlaban en absoluto.  Mientras todo eso ocurría, en la Comisión Estatal de Elecciones, se atendían dos asuntos.  Por un lado, se recalendarizaba todo el proceso de primarias y por el otro, se modificaban las estructuras administrativas del organismo electoral por un nuevo código electoral.  Ambas, por su naturaleza, tendrían repercusiones en lo que ocurría más adelante.

A solo días de celebrarse la primaria, ambos partidos políticos denunciaban la falta de cientos de miles de papeletas, un asunto de la exclusiva responsabilidad administrativa del Presidente de la CEE, el licenciado Juan Ernesto Dávila.  No pudieron hacerse las pruebas de lógica y precisión para calibrar con exactitud las máquinas de escrutinio electrónico.  

Aun así, el PPD pudo ejecutar con gran precisión su voto adelantado, porque no dependía en gran medida de la intervención del presidente de la CEE.  Sus máquinas de escrutinio fueron debidamente revisadas y calibradas.

Llegó el 9 de agosto y a las 7:30 am se celebró una primera reunión entre los presidentes de los partidos políticos y el presidente de la CEE.  Se levantaron reclamos precisos sobre la situación del proceso de distribución de los materiales electorales que debió completarse el sábado como tarde. 

A las 2:00 de la tarde, la situación era un total caos.  Era obvio que el presidente de la CEE no podía administrar esa primaria y se vislumbraba un desastre.  Los presidentes de los partidos en consulta con los representantes de los aspirantes a la gobernación, sus respectivos comisionados electorales, en la comisión de primarias de cada partido político junto al presidente de la Comisión, hicieron lo único que se podía hacer a esa hora:  Suspender la primaria y culminarla en otra fecha. 

Había que detener que el desastre se extendiera a todo Puerto Rico.  La decisión, aplaudida por algunos y criticadas por otros, pretendía asegurar que mas del 60 % del país que no había votado, pudiera ejercerlo en un día normal de votación.  Era lo correcto, dentro del caos que se vivió a las 3 pm ese día.

Ahora nos toca completar la elección del día de primarias y aprender de esta lamentable experiencia.