Luego de los temblores ocurridos el pasado 6 de enero del 2020, el caos se apoderó del diario vivir de los puertorriqueños que residimos en el sur y oeste de la Isla. Por esta razón, vivimos con una inseguridad constante que no permite el que podamos pensar, comer, dormir y hasta en ocasiones, estar más de 5 minutos en el baño, por miedo a que ocurra una réplica y debamos salir corriendo.
Ante este escenario, surge el pensamiento de que no todos los puertorriqueños se pueden detener por lo que sucede en el sur, pero hasta dónde eso será justo. La falta de sensibilidad en algunos que se expresan como si el país estuviera dividido en dos, ya que los que viven en el norte y este de Puerto Rico se expresan como que “eso sucedió en la Isla”, como si la Isla no fuéramos todos.
La alcaldesa de San Juan se atrevió a gritar “Puerto Rico tiene que dejar la pendeja ya”. Por lo que muchos opinan que con el comentario demostró su falta de empatía, ya que se podría interpretar como no me importa lo que pasa allá o quien sabe tal vez genuinamente quería “ayudar” a la mayor parte de la gente del sur con sus fiestas de la calle.
Hay que ser sinceros, la gente se ha desbordado con su solaridad y su ayuda para los que lo perdieron todo, pero no solo necesitan agua, ropa y comida; necesitan ayuda emocional, donde vivir y dinero. Si dinero y aunque se escucha feo es la realidad, ya que las casas hipotecadas se siguen pagando porque el seguro solo cubre la estructura.
Después de lo sucedido con María, no me tiembla la voz para preguntar cuánto dinero realmente llegará a nuestros pueblos para reconstruirlos y echar la economía adelante. Cuántas personas podrán ser lo que eran antes de que ocurrieran estos eventos. Cuántos se quedarán para ver el cambio o cuántos preferirán sucumbir a emigrar tras la búsqueda de nuevas oportunidades.
Me gustaría ver en un futuro que esta situación solo quedara plasmada en fotos, recuerdos y placas conmemorativas. Que al pasar de los años y transitar por las calles de los pueblos del sur pareciera que nada hubiese pasado y todos supieran la historia y vean que esto fue un nuevo amanecer para cada uno de los que hoy solo ven oscuridad.