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Por: Aracelys Otero Torres / Relacionista Lic R 53
En el 2021 y luego de un aumento significativo de mujeres asesinadas a causa de la violencia de género, el gobernador Pierluisi, declaró un Estado de Emergencia en el país. La Orden Ejecutiva establece como política pública dar prioridad a la prevención y atención de la violencia de género en todas sus manifestaciones. Destaca que la misma responde al reclamo constante de organizaciones que ofrecen apoyo a sobrevivientes de violencia de género.
Recuerdo que el gobierno anunció el Estado de Emergencia y con ello varias medidas a implementarse. Entre estas ordenaba establecer medidas dirigidas a prevenir y erradicar esta conducta, ejecutar programas de protección, prevención y orientación. También, incluyó la creación del Comité de prevención, apoyo, rescate y educación de la violencia de género (PARE) como comité asesor del gobernador. El propósito del comité es recomendar medidas y políticas establecidas para cumplir con los objetivos de la Orden.
A pesar del anuncio, el cual fue descrito por algunos como un paso de avanzada en el tema de prevención de la violencia de género, un año más tarde el país fue testigo de que el mismo resultó en un intento fallido. Esto impacta negativamente la imagen del gobierno. Desde el punto de las relaciones públicas existe una discrepancia entre lo que se dice y se hace, lo que a su vez genera desconfianza, elementos que inciden en la imagen de la marca.
Primero, a pesar de que el decreto ordenaba establecer medidas dirigidas a prevenir y erradicar esta conducta, en mi opinión, el país desconoce cuáles fueron tales medidas. A un año de la implementación del decreto, nadie del gobierno central ni el gobernador evidenció el avance en esta dirección ni el proceso de evaluación para conocer con certeza si las medidas implementadas tuvieron resultados cónsonos con lo que se pretendía.
Segundo, el decreto ordenaba la ejecución de programas de protección, prevención y orientación. Esto se pudo lograr mediante la implementación de múltiples esfuerzos de relaciones públicas. Campañas de relaciones públicas a corto y largo plazo, en medios tradicionales y digitales. La selección de Influencers que sean portavoces de los mensajes a comunicar, entre otros, sin embargo, esfuerzos de esta índole fueron mínimos o nulos.
En tercer lugar, el gobernador anunció la creación del Comité PARE, como principal asesor en temas de violencia de género. Tan reciente como la semana pasada, una excomponente del comité afirmó que el mismo se encuentra inoperante hace varios meses. A esto se suma la falta de una procuradora de las mujeres en propiedad. Esto supone que el gobierno le mintió al pueblo.
Al evaluar y examinar la acciones descritas desde las relaciones públicas les aseguro que las mismas laceran la imagen del gobierno ante su público primario que es el pueblo. El resultado es la desconfianza de ese público. Para retomar la confianza de las personas, el gobierno tendrá que demostrar y validar que lo que dicen y hacen es cónsono. Este es el primer paso para mejorar y reposicionar la imagen de la marca.