Tu Voz

Que ni el apagón ni nadie apague tu luz interior

Por: Aracelys Otero Torres / Relacionista Lic R53

Atrás dejo por hoy las conversaciones con ustedes, amigos de La Voz Digital PR, sobre las relaciones públicas, prensa y tecnología, entre otros temas. En medio de la celebración en Puerto Rico del Día de Pascua, les converso sobre su luz interior. Con ello me refiero a la cualidad de sabiduría, entendimiento y guía interior que nos mueve a ser mejores en diferentes renglones.

Mientras redacto estas líneas, pienso: “con la boca es un mamey”. Es fácil decir que tenemos la capacidad de identificar lo que nos mueve a ser mejores personas, a alcanzar nuestras metas y a contribuir a nuestra felicidad. Sin embargo, es más difícil de lo que parece, más aún cuando nuestros entornos nos complican el panorama. Las responsabilidades diarias y las personas a nuestro alrededor, en ocasiones, nos alejan de esa paz que buscamos. Factores externos, como las decisiones del gobierno y la economía del país en donde vives, inciden en la búsqueda de esa luz interior que nos guía.

Recientemente, Puerto Rico experimentó un apagón masivo que dejó a la isla sin servicio de energía eléctrica. Es en ese preciso momento, cuando los líderes del país carecen de respuestas sobre qué ocurrió y cuándo se restablecerá el sistema, que comienza a apagarse esa lucecita que nos ayuda en la búsqueda de la paz. Escuchar las respuestas insensibles de la gobernadora, cuando dijo que la compra no se daña en 24 horas, nos quita la tranquilidad. Al parecer, se le olvida que un minuto hace la diferencia entre la vida y la muerte. En el momento en que se fue la luz, había personas en salas de operaciones, en medio de cirugías cardiovasculares y de corazón abierto, que dependen del sistema de energía para sobrevivir.

Otros elementos que contribuyen a que se nos apague la luz interior son la incertidumbre sobre aumentos en los servicios de agua, energía eléctrica y la canasta de alimentos. Recortes presupuestarios en fondos federales y su impacto en los trabajos de cientos de familias también hacen que la luz interior, poco a poco, disminuya. Es en esos momentos que se prueba nuestra fortaleza, perseverancia y tolerancia.

En un mundo donde nos hacen creer que el fracaso y el dolor tienen que estar fuera de nuestras vidas, lidiar con todas las cosas descritas es difícil, frustrante y agotador. ¿Pues saben qué? Les invito a creer en ustedes mismos. Experimentar el fracaso y el dolor es necesario para fortalecernos, aprender de los errores y crecer como seres humanos. Además, ¡qué rico se siente cuando nos levantamos y demostramos que, a pesar de tocar fondo, aquí estamos puestos pa’ lo que venga!, con mayor fuerza y conscientes de que somos capaces.

Hoy les digo que ni el apagón ni nadie apague la luz interior que les ayuda a ser mejores personas y a dar lo mejor de ustedes. Al final del día, cada uno tiene y tendrá el control. Mis deseos de que siempre mantengan encendida esa luz interior. ¡Feliz Día de Pascua!

Salir de la versión móvil