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Por: Aracelys Otero Torres / Relacionista Lic R53
Diariamente funcionarios gubernamentales realizan actividades en las cuales se dirigen a la prensa y al pueblo. En el caso de la gobernación casi todas las salidas y reuniones tanto a nivel político como oficial, la gobernadora y otros funcionarios atienden a la prensa con el fin de anunciar, informar y contestar preguntas.
Cada gobernante tiene una estrategia de comunicación mediante la cuál determina el mensaje a comunicar. Esto incluye el tono del mensaje el cual va acompañado del lenguaje corporal.
Desde que inició sus funciones en el Palacio de Santa Catalina, son muchos los encuentros realizados entre la gobernadora Jenniffer González y la prensa. Al analizar sus expresiones en estos encuentros percibo un discurso que busca aparentar tener control y minimizar cada interrogante que le hacen. Muchas preguntas son despachadas con expresiones que pudieran ser interpretadas como “no me importa”. A continuación algunos ejemplos que evidencian que sus respuestas se alejan del formalismo que requiere su puesto.
El Senado de Puerto Rico aprobó el nombramiento del secretario de Salud a pesar de varias denuncias en su contra. Luego de la aprobación, el presidente del Senado Thomas Rivera Schtaz expresó su postura con relación a la confirmación y su desacuerdo con la gobernadora a quien señaló por obviar el solicitar el consentimiento y consejo del cuerpo legislativo. Cuando la prensa preguntó a la gobernadora su sentir con el mensaje del presidente su respuesta fue y cito: «Lo confirmó, votó a favor. Yo creo que fin de la historia”.
Segundo ejemplo: En medio del apagón registrado en Semana Santa la gobernadora realizó varias conferencias de prensa para informar sobre el restablecimiento del sistema de energía. Cuando la prensa le preguntó sobre la pérdida de alimentos registrada en los hogares su respuesta fue: «Tú no pierdes una compra en 24 horas”.
Tercer ejemplo: La gobernadora expresó su apoyo incondicional a la nominación de la secretaria de Estado, Verónica Ferraiouli, quien enfrentó varias controversias debido al incumplimiento por tres años consecutivos de rendir planillas. Finalmente, la gobernadora retiró el nombramiento. Periodistas le preguntaron si esto fue una derrota. Sus expresiones fueron: ¿Derrota? ¿Quién fue qué dijo ‘qué derrota’? Carlos Romero Barceló. Las derrotas se dan en el campo electoral”.
En mi opinión como relacionista, la gobernadora debe asumir un discurso más profesional y de respeto. Su puesto influye en la opinión pública, por lo cual su lenguaje debe ser coherente y formal. Utilizar un lenguaje sencillo y fácil es una mejor técnica que asumir la postura de “no me importa”. Ser cortes es una cualidad que imparte humildad y respeto a la gestión que se realiza.
En tiempos en donde la falta de empatía, tensión e incertidumbre reinan en el país es necesario que los funcionarios den el ejemplo de lo opuesto. La comunicación es un arma poderosa que tiene alcances inimaginables. Es responsabilidad de la prensa preguntar y obligación de la gobernadora contestar. Qué mejor forma de hacerlo que en un ambiente donde la seriedad, el respeto y el profesionalismo reinen.