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La paradoja de la identidad (el cambio)

La paradoja de Teseo también surgió porque los filósofos griegos, entre ellos Aristóteles, cuestionaban muchas cosas de la realidad, sin darlas por sentado o afirmarlas sin haberlas analizado antes. Por ejemplo, se cuestionaban acerca del todo, las partes, la nada, la esencia de las cosas, la existencia, la diferencia entre materia y forma, entre otras cuestiones.  Esta paradoja nos invita a reflexionar, incluso sobre nosotros mismos(as) y preguntarnos si, pese al tiempo, la regeneración celular y cambio de pensamientos, todavía somos los mismos, o si somos otras personas.  ¿Hemos cambiado?, ¿podemos definirnos de la misma manera en la que nos definíamos hace 10 años?; o ¿somos personas diferentes?  La forma en la que por muchos siglos se ha intentado resolver la paradoja de Teseo también puede ayudarnos hoy día.

Pues, algunos estudios señalan que esta paradoja está relacionada también con el concepto de identidad y que, al final, Teseo significa “el que funda” y en eso todos tenemos una responsabilidad, en la medida que nos definimos y conformamos nuestro ser.  La paradoja de Teseo también podríamos abordarla como una duda existencial, en cuanto a que nos interroga sobre qué es aquello que hace único a una cosa o persona.  Esa duda de si somos nosotros(as), ese nosotros que decimos conocer y si ese mismo nosotros de siempre y en constante interacción social y al modificar cambia. Sin dudas es una pregunta que nos hemos hecho muchos(as) en distintas etapas de la vida, especial en esas de crisis.

Al final, al plantearte esto desde la persona en todas las dimensiones que nos hace ser humano, un individuo, pero social, y lo entiendes no resuelto; te invito a encontrarte y a definirte como un Ser en constante modificación.  No es justo tratarnos como una cosa, incluso hay cosas materiales que pueden transformarse, imagínate nosotros.  No es justo tratarnos como si no tuviéramos evolución o derecho a ello.

Aunque en un principio formamos nuestras vidas con un sistema de valores impuesto por la familia en la niñez, y luego autoimpuesto por lo que vamos absorbiendo socialmente, vamos reconfigurándola y amoldándola con las vivencias, por las necesidades y por las expectativas. Entonces, así llega un día en que pensamos en que nos hemos completado; y decimos Soy.

Sin embargo, todos los días estamos siendo y formando nuestro Ser con diversas experiencias.  No entenderlo nos llevaría al estancamiento.  Es un tema profundo el de decontruir “valores” y con ellos pensamientos. Si entiendes que TÚ hoy con un sistema de creencias insoluble y una personalidad inalterable no te deja caminar la vida y acoplarte al día a día desde la aceptación de que todo cambia a menor o mayor grado, y al logro de la canalización de las experiencias, y te está trayendo problemas existenciales agudos; busca ayuda profesional.

Lcdo. Luis Ibrahyn Casiano

Trabajador Social

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