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Por Lcda Aleida Centeno Rodríguez
A nuestros retirados, y personas por retirarse, se nos ha requerido que participemos en un proceso de votación en el que autorizamos la reducción de una cantidad indeterminada de nuestras pensiones. A la vez, han puesto a unas personas mayores de edad, a alegar en los medios que va a votar sí para retener el 91 por ciento de sus pensiones. A la misma vez vemos en los medios que la Junta de Control de nuestro fisco, anunció que aumentó el tope de lo que retendrá.
¿Y qué es lo que debemos? No debemos nada. Los casos Sánchez Valle y Franklin en el Tibunal Supremo de los Estados Unidos resolvieron la alegada deuda. Esos casos plantean la inexistencia de gobierno propio, tenemos administración colonial. Lo que equivale a decir que somos una colonia. Ante esa admisión del tribunal supremo de los Estados Unidos, los Congresistas legislaron a tenor con esos casos. Legislaron promesa al Amparo de la Ley de Relaciones Federales que no es otra cosa que un compendio de los poderes de la Ley Foraker que es un estatuto derivado de un acto de guerra consistente en la invasión de Puerto Rico del 25 de julio de 1898. Note el lector que el Tratado de París no se impone sino hasta muchos meses después. El Tratado legitima el acto de guerra. Y la Ley de Relaciones Federales, así como PROMESA son actos derivados de un acto de guerra, una invasión.
Tan crítica es la situación para los administradores coloniales, que están conscientes de que cualquier persona afectada puede reclamar que, producto de un acto de guerra, le despojan de su pensión, la cual pago con su dinero. Entonces para evitar el problema, quieren poner a la nación a votar para que legitimen que derivado de un acto de guerra aceptan que se les retire el dinero de sus pensiones, mensualmente.
Bajo el cacareo de la deuda despojaron a nuestra juventud de más de 400 escuelas y han afectado a nuestro magisterio. Han eliminado servicios y han privatizado una gran cantidad de servicios. Esos actos no han bajado un centavo de la alegada deuda. Y dicen con descaro que despojarnos de nuestras pensiones provocará la “reducción de “la deuda” a la mitad” . ¿Medido por quién?
Lo que se proclama como alegada deuda es la suma de la inversión realizada por Estados Unidos para acomodar la economía puertorriqueña, para que le sirva sus intereses nacionales y poder explotar mejor a su colonia. Así nos convierte y somete a ser sus consumidores exclusivos, bajo sus leyes de cabotaje y logra destruir nuestra capacidad productiva Nos impone el costo de su bombardeo diario de 60 años, nos impone el costo de sus municiones (que incluye uranio reducido y radiación nuclear en El Verde), mientras ignora las vidas perdidas y la sangre vertida en sus guerras, el horror que ocasiona en la niñez la locura que produce el asesinato de seres inocentes en tierras lejanas. Nos impone deuda a la vez que desconoce el laboratorio que somos para armas químicas de destrucción masiva, como el agente naranja, la radiación electromagnética, y el actual experimento de banda 6G que se monta hoy en Arecibo.
La revista jurídica de la Universidad de Harvard hizo un escrito en abril del 2017, analizando el concepto de la alegada deuda y concluyó que el deudor es el Congreso de los Estados Unidos. Se quedó pálida la distinguida revista de frente al Derecho Internacional. Procede la restitución a las colonias. Y se le debe a las colonias porque el colonialismo somete a una nación a ser esclava de otra. Por eso los Estados Unidos usa 1,900,000 acres para sus proyectos militares en Puerto Rico. Por eso nos tiene armas nucleares aquí. Por eso nos usa como escudo anti misiles. Porque somos sus esclavos que le damos seguridad militar.
Somos una colonia. Debemos ampararnos en el derecho internacional.
Nosotros no debemos. Nos deben. ¡VOTA NO! ¡NO ENTREGUES TU PENSIÓN!