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Por: Luz Eneida Vázquez Vázquez / Terapeuta Ocupacional
Como padres apoyamos a los hijos desde el primer día de nacidos. Se le ofrecen experiencias y herramientas para su desarrollo, y los padres procuran que alcancen un máximo nivel de independencia para que puedan valerse por sí mismos. Para las familias con hijos con diversidad funcional, estos retos podrían ser más difíciles de enfrentar, y lo que requerirá de ciertas ayudas.
Desde etapas tempranas del desarrollo es importante promover en los niños y las niñas con discapacidad funcional destrezas de auto ayuda básicas, tales como, comer-alimentarse, vestimenta, aseo e higiene personal, actividades instrumentales de la vida diaria, educación y participación social.
La Terapia Ocupacional trata al individuo en todas las etapas de la vida y aborda la importancia del bienestar tanto psicológico como emocional de las personas, y sus necesidades físicas. Permite al individuo de todas las edades y capacidades llevar a cabo las actividades, entiéndase las ocupaciones, más significativas de sus vidas. Esta disciplina promueve la participación de forma inclusiva en las ocupaciones cotidianas.
En el ámbito de la discapacidad, se presentan algunas recomendaciones y estrategias de cómo podemos ayudar a niños y niñas en las diferentes etapas de desarrollo:
Ø Siendo el juego una ocupación básica y primaria en los primeros años de vida, ofrézcale a su hijo juguetes adecuados para su edad.
Ø Mantenga a su bebé activo, estimule sus sentidos. Aunque todavía no puede caminar, correr y jugar como los “niños grandes”, usted puede hacer mucho para que mueva sus brazos y piernas como por ejemplo, colocar al bebé acostado en prona (boca abajo). Esta postura le ayudará a fortalecer el tronco, así como alcanzar, sostener y manipular objetos, creando las bases para destrezas de habilidad manual más complejas.
Ø Limite al mínimo el tiempo que el bebé pasa frente a pantallas. La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) recomienda que los niños menores de 2 años no sean expuestos a pantallas electrónicas.
Ø Es importante el descanso y las horas de sueño. Asegúrese que su hijo duerma la cantidad recomendada cada noche, por ejemplo, bebés de 4 a 12 meses deben dormir de 12 a 16 horas cada 24 horas, incluyendo siestas.
Ø Desde la etapa preescolar ayúdelo a desarrollar el sentido de la responsabilidad; por ejemplo, que ayude con las tareas del hogar como poner la mesa o que recoja sus juguetes.
Ø Realicen en familia variedad de actividades en el hogar, como por ejemplo realizar la compra, preparar sus meriendas (promoviendo hábitos alimentarios saludables), manejo de enseres electrodomésticos con supervisión y de acuerdo con su nivel de funcionalidad, tareas de aseo y limpieza del hogar, clasificar prendas de vestir para su lavado y secado.
Ø Fomente la lectura.
Ø Asista a eventos en la comunidad.
En cuanto al desarrollo de comportamientos, algunas recomendaciones son:
Ø Enséñele a ser paciente; por ejemplo, a esperar su turno y a terminar una tarea ya iniciada antes de interesarse por otra.
Ø Anímelo a que piense en las posibles consecuencias antes de hacer algo.
Ø Establezca reglas claras y respételas; por ejemplo, por cuánto tiempo puede ver la televisión y a qué hora tiene que acostarse.
Ø Sea claro acerca de los comportamientos que son aceptables y los que no lo son.
Ø Demuéstrele afecto. Reconozca sus logros.
En todas las etapas del desarrollo antes mencionadas, dele el espacio para que realice las actividades; en su desempeño diario aprenderá a corregir lo realizado, alcanzando en cada repetición y esfuerzo, una respuesta más exitosa.
A partir de los 14 años se debe iniciar el proceso de transición con la institución educativa, para canalizar los servicios de apoyo, previo a, y una vez este próximo a completar su ubicación secundaria, esto de acuerdo con sus necesidades. Se deben conocer las leyes que cobijan, protegen y garantizan los derechos de su hijo.
En las etapas de la adolescencia es importante enseñarles el manejo del dinero para que pueda ir haciéndose cargo de ciertas responsabilidades e ir trabajando esa autonomía personal. Y muy importante, dialogar y tratar con su hijo temas relacionados a los cambios físicos y emocionales, típicos de la pubertad.
Los padres deben mantener un diálogo continuo con las autoridades escolares y las revisiones de los respectivos planes educativos. Deben conocer los especialistas que ofrecen los servicios terapéuticos. Se debe establecer una comunicación continua con el profesional en Terapia Ocupacional, para ejecutar un plan de acción para el hogar con estrategias que refuercen las fortalezas de su hijo y a su vez promuevan superar los retos que conlleva su diagnóstico o nivel de ejecución.
Toque puertas en las agencias gubernamentales correspondientes, canalice sus temores y respete su independencia en cada etapa del desarrollo. No olvide expresarle siempre a su hijo o hija cuanto le ama.
Para aclarar dudas, se recomienda consultar con un profesional en terapia ocupacional. Para más información se pueden comunicar a través de la página de Facebook @Colegio de Profesionales de Terapia Ocupacional de Puerto Rico o escribir al cptopr10@gmail.com.