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Los voluntarios detrás del conteo de votos

Por: Aracelys Otero Torres / Relacionista Lic R 53

Conocemos lo que ocurre con el proceso electoral gracias a las reseñas de los medios de comunicación de la isla. En muchas ocasiones la información publicada pudiese ser entendida como manipulada, alguna parte maneja el qué y cómo se dice, empero la realidad es que ocurren muchas cosas detrás del conteo de votos.

Entre las más importantes se encuentra el trabajo de cientos de voluntarios.  Fui testigo de cómo voluntarios trabajaban, día y noche, para cumplir con la agenda delineada. Muchos estuvieron días sin llegar a sus hogares. Dormían pocas horas y hasta en el piso. Cientos de voluntarios sacrificaron sus familias para dar el todo por el país.

Estas Elecciones Generales, sin duda, serán parte de la historia. Ni los electores, los partidos políticos ni la Comisión Estatal de Elecciones (CEE) estaban preparados para lo que iba a suceder.   Todo inició con la aprobación de la Reforma Electoral, la cual establecería nuevos parámetros, modalidades de votación y reglas para regir el proceso electoral en la isla.  Con oposición y sin el consenso de las minorías, de candidatos independientes al igual que diferentes organizaciones, se aprobó una ley que trastocaba el andamiaje electoral a seis meses de una Elección General.

Posterior a la aprobación de la Ley llegó el proceso primarista.  Por primera vez en la historia, las primarias de los partidos políticos, fueron extendidas a más de un día. Recordaremos las imágenes de las salidas tardías con el material electoral, largas filas en los centros de votación y centros abiertos hasta las 10:30 de la noche.  Todo esto en medio de un escándalo de falta de liderazgo y organización por parte del Presidente de la CEE, quien renunció a su puesto. Mientras esto ocurría, eran cientos los voluntarios que trabajaron semanas con el proceso.  Ellos al igual que el país sintieron frustración y decepción con lo ocurrido.  Sus caras reflejaban la frustración de que su sacrificio era percibido en vano.  Sin embargo, ahí seguían, en pie de lucha, para completar la jornada.

Las Elecciones Generales iniciaron con el voto adelantado en todas sus modalidades. Un cuarto de millón de electores, por primera vez en la historia, solicitaron acogerse a esta modalidad de votación.  Una vez más fueron los voluntarios quienes se dieron a la tarea de recoger el voto a domicilio, a confinados y en los hospitales.  Esos voluntarios hicieron frente a la pandemia que vive el país, solo para garantizar el mayor poder de un pueblo: el voto.

Los voluntarios también trabajaban en las mesas donde se contaban las papeletas.  Muchos llegaban al lugar de trabajo a tempranas horas de la mañana y salían al otro día. Cansados, agobiados sin embargo con un mismo fin: defender los votos de los partidos políticos que representan con la esperanza de salir airosos.

Ahora comienzan el escrutinio y el recuento. Quedan semanas de mucho trabajo por hacer, que recae en las manos de esos voluntarios quienes defienden los votos de sus candidatos. Algunos ganarán y otros perderán.  

Esta jornada me confirmó que las elecciones no se ganan con propaganda. Las elecciones se ganan con los votos. Los votos que defienden esos héroes llamados voluntarios. Esos son los que están detrás del conteo de votos y hacen valer la democracia. Gracias a todos por su labor.

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