Por: Edwin Rodríguez Lugo
El consumo del alcohol a temprana edad es cada vez más popular entre los jóvenes de escuela superior y universidad, pero la gran mayoría de esta población desconoce o no le da importancia a las leyes que regulan las bebidas alcohólicas para los menores de 18 y 21 años.
Crear conciencia entre los conductores y promover la educación es el principal objetivo de Darelis López Rosario, directora ejecutiva de la Comisión de Seguridad en el Tránsito (CST).
“En menores de 21 años el límite de alcohol máximo permitido por ley es de 0.2% hasta los 18 años, por lo tanto, en muchos de los casos ya ni con tan solo una cerveza se debería guiar. En menores de 18 años es de 0%, ya que en la isla es permitido sacar la licencia de conducir a los 16 años. Hemos implementado distintas actividades educativas y campañas para trabajar directamente con los jóvenes y una de ellas es la campaña para alcohol joven, la cual va dirigida a una juventud menor de 25 años, ya que la forma de llevarle la información a esa población es distinta”, indicó la licenciada.
Según López Rosario, quien es la principal líder de la campaña en contra del consumo de licor, cuando se maneja un vehículo de motor, muchos jóvenes en Puerto Rico no están conscientes del peligro que conlleva ingerir y conducir un vehículo de motor a la misma vez, ya sea por falta de educación o por otros factores.
La CST se ha destacado por llevar un equipo de trabajo a las distintas universidades del país para atender la situación del alcohol en jóvenes y cuenta con universitarios que están llevando el mensaje de manera interesante e inclusiva a la población estudiantil.
El trabajo se intensifica cuando se reconoce que las mismas universidades se comprometen enormemente y son ellas las que solicitan distintos proyectos educativos en sus instalaciones educativas para así evitar muertes en su comunidad por falta de educación.
La licenciada reconoció la importancia de educar a quienes han sufrido algún tipo de intervención con la ley, y considera que se deberían combinar la penalidad y la educación para que el individuo pueda impulsar un cambio en la sociedad.
“La penalidad es la misma a la de cualquier mayor de 21 años, ya que lo que establece la ley son los límites de alcohol por edad y se penaliza la consecuencia de violar la ley que no tiene edad en ese aspecto. Soy muy fiel creyente de una combinación entre la parte punitiva y la parte educativa. En la Comisión nuestro principal trabajo es educar para reducir los choques en las vías públicas sacando y rescatando ese conductor ebrio a tiempo. Pasa la llave es una de las principales campañas dirigidas a la juventud que se enfoca en el evento de las justas y es apoyada por las universidades por medio de proyectos y actividades. Semanal o mensualmente los programas comunitarios visitan distintas escuelas públicas o privadas que permiten que sus estudiantes de grado superior o elemental obtengan charlas educativas para comenzar con la orientación entre los aspirantes a obtener una licencia de conducir en el futuro”, puntualizó la licenciada.