|
La gobernadora Wanda Vázquez Garced presentó con los jefes de las agencias de respuesta los planes de trabajo y medidas de contingencia implementadas para atender cualquier emergencia y proteger al pueblo puertorriqueño ante la temporada de huracanes, que comienza el próximo 1 de junio y se extiende hasta el 30 de noviembre de 2020.
“Esta temporada de huracanes es una particular y atípica, y requiere tomar medidas adicionales para velar por la seguridad de nuestra gente, al tiempo que continuamos nuestros esfuerzos para evitar la propagación y contagios del COVID-19. He dado instrucciones específicas a los jefes de las diferentes agencias para que tomen todas las medidas necesarias para mantener a nuestro pueblo seguro, tranquilo y sobre todo informado ante cualquier eventualidad que pueda afectarnos”, expresó la gobernadora.
En primera instancia, Vázquez Garced destacó que el Negociado para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (NMEAD) mantiene constante comunicación con todos los municipios para enfatizar y coordinar la preparación para operaciones antes, durante y después de una emergencia o desastre. Asimismo, dijo que el personal especializado ha realizado inspecciones a estructuras como escuelas, centros comunales, canchas cerradas y coliseos que puedan ser utilizados como refugios, tomando en consideración las medidas de protección relacionadas al COVID-19.
En relación a los refugios, indicó que el Departamento de la Vivienda trabaja en la revisión de las guías para la administración de los mismos y que, en coordinación con la Cruz Roja, se trabajan adiestramientos sobre manejo de refugiados bajo el COVID-19 y desastres naturales paralelamente, debido a que por las recomendaciones de distanciamiento, el cupo de personas por refugio se redujo a la mitad por el espacio requerido entre estos.
Al momento, hay 264 refugios certificados con capacidad para 35,284 personas, tomando en consideración el distanciamiento social. Tras el paso del huracán María, 15,000 personas estuvieron refugiadas. Entre los refugios certificados, se encuentran escuelas determinadas por el Departamento de Educación como aptas para utilizarse, así como otros espacios comunitarios.
La mandataria resaltó que las escuelas ubicadas en el área sur se estarán evaluando para conocer el estatus de la inspección realizada por los ingenieros luego de los terremotos, y en caso de ser necesario, identificar otra alternativa para ubicar refugiados. El Departamento de Educación, el Departamento de la Vivienda y las oficinas del Negociado de Manejo de Emergencias de los municipios continúan con la inspección de las escuelas que puedan ser utilizadas como refugios.
La primera ejecutiva agregó que el Departamento de la Familia, junto al Departamento de Educación y otras organizaciones, serán responsables de activar sus protocolos de los diferentes programas de alimentación y distribución de alimentos.
Asimismo, el Departamento de la Familia será responsable de que todos los centros licenciados para adultos mayores, hogares temporeros para menores y establecimientos para personas con impedimentos estén en condiciones óptimas. Además, a través de la Administración para el Sustento de Menores (ASUME), se habilitará de ser necesario, un centro de información, recibo y distribución de donativos y alimentos en coordinación con la Oficina de Manejo de Emergencias del Departamento de la Familia, y se operarán los centros de información, recibo y distribución de donativos y alimentos.
Por otra parte, el Departamento de Salud ha incorporado en sus procesos las consideraciones relacionadas al manejo de amenazas meteorológicas, combinadas con el COVID-19, y sus estrategias desarrolladas incluyen recomendaciones y guías sobre los siguientes: monitoreo de las poblaciones vulnerables, incluyendo las poblaciones con necesidades de acceso y funcionales; cuidado en masa, como son los refugios; continuidad de las operaciones de vigilancia en salud pública, así como el continuo monitoreo de las facilidades de salud en la isla para la continuidad de los servicios médicos.
Por otro lado, la Guardia Nacional de Puerto Rico (GNPR) efectúa ejercicios de Manejo de Emergencias con los 78 municipios para fortalecer la sincronización de esfuerzos de las agencias estatales, federales y municipios en el manejo de emergencias. En la eventualidad de enfrentarnos a un huracán de categoría I, II, o III, la Guardia Nacional cuenta con el equipo y personal necesario para dar un apoyo efectivo al pueblo.
Sin embargo, ya se ha coordinado con guardias nacionales de 18 estados, como Nuevo México, Ohio, Kentucky, entre otros, para apoyo de equipo y personal en caso de un huracán categoría IV o V.
La GNPR cuenta con unos 8,500 efectivos, 10 helicópteros, cuatro embarcaciones navegables de carga, 20 máquinas de purificación de agua con capacidad de purificar hasta unos 200,000 galones diarios; y equipo pesado de ingeniería para atender cualquier emergencia o desastre natural.
En lo que se refiere a la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), la agencia está en proceso de instalar 261 generadores que fueron adquiridos mediante subastas y mantiene un plan de mantenimiento preventivo para los generadores.
Por su parte, la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) invirtió $135 millones en equipo y materiales disponibles en los 27 almacenes alrededor de la isla y mantiene acuerdos de colaboración (Mutual Aid Program) firmados con compañías de energía eléctrica de los Estados Unidos para labores de restauración del servicio eléctrico en Puerto Rico, de ser necesario.
Otro de los aspectos importantes que mencionó la gobernadora, en medio de la experiencia vivida hace tres años con el huracán María, es el servicio de las telecomunicaciones.
En ese sentido las empresas de telecomunicación han triplicado el inventario de baterías, equipos y materiales disponibles para reemplazo, así también se ha triplicado el número de generadores eléctricos. Una de las medidas tomadas es que el gobierno de Puerto Rico firmó un acuerdo con FirstNet para priorizar llamadas en medio de la emergencia. Hoy Puerto Rico cuenta con una fibra óptica soterrada que proveerá redundancia en los servicios de telecomunicaciones alrededor de todo Puerto Rico.
La gobernadora resaltó: “Los negociados que componen el Departamento de Seguridad Pública (DSP) están preparados para atender emergencias dentro o fuera de la temporada de huracanes y toda la coordinación que realiza el NMEAD, se ejecuta a tenor con las guías emitidas por la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) para trabajar los asuntos relacionados a la temporada de huracanes en el marco de la pandemia del COVID-19. Pero no importa cuán mejor preparado esté el gobierno, debemos recordar que todos tenemos que tener nuestro plan individual y familiar, tomando en cuenta los efectos de un huracán en medio de la pandemia del COVID-19”.