Por: Aracelys Otero Torres / Relacionista Lic R 53 Recientemente, visité uno de los recintos de la Universidad de Puerto Rico (UPR). Recuerdo fue un viernes a las 2:00 de la tarde. Cuando entré al centro universitario varios elementos llamaron mi atención. Entre ellos la falta de estudiantes, solo alcancé a ver unos pocos, oficinas administrativas cerradas y un significativo deterioro de la planta física. Caminar por los pasillos en busca de que alguien me atendiera me hizo reflexionar que la UPR es un reflejo del gobierno. Un gobierno que durante décadas permitió el despilfarro de fondos, el mal manejo del presupuesto y la dejadez de mantenimiento a la infraestructura universitaria. Para mi la UPR es la cara de Puerto Rico ante el mundo vinculado a la educación. Es el primer centro educativo del país que fue creado para educar a los puertorriqueños bajo los más altos estándares. El país y el mundo es testigo de las aportaciones de la UPR en el desarrollo social y económico de la isla así como en el desarrollo en diferentes renglones a nivel mundial. Sin embargo, esto se le olvida a los más altos funcionarios gubernamentales quienes a través de los años trastocaron los cimientos que originaron el sistema universitario de la isla. Ayudas especiales para los denominados “amigos del alma” a través de la otorgación de becas, gastos extravagantes e innecesarios para los altos administrativos, aumentos desmedidos en los costos de los créditos y en cuotas especiales. También, la falta de mantenimiento y ornato, de mejoras y mantenimiento a la infraestructura son el saldo de pasadas administraciones. Esto sin hablar del factor político partidista que tanto influye en las decisiones que se toman en supuesto beneficio de la institución. Ver la infraestructura del recinto que visité me recordó que recientemente el presidente de la UPR, Luis Ferrao Delgado anunció que debido a los cambios en las políticas de admisión, contrario a la tendencia de los pasados años, el semestre escolar 2023-2024, reportó un aumento en la cantidad de alumnos que inician clases a través de los recintos. Enhorabuena por la universidad, sin embargo, de que vale aumentar la cantidad de estudiantes si la estructura física está en pésimas condiciones. Esto incide directamente en el ánimo del estudiante quien necesita un lugar óptimo para educarse. Hoy día, los costos por créditos tampoco representan un atractivo para que los estudiantes seleccionen la UPR versus universidades privadas. La universidad se creó con el propósito de ser accesible a aquellos que carecieran de los recursos económicos para pagar estudios universitarios en instituciones privadas. Hoy, esos mismos estudiantes en ocasiones carecen de dinero para comer debido a los altos costos que pagan por recibir una educación. Muchas son las luchas que estudiantes, profesores y la comunidad universitaria dan en beneficio de la universidad. Le toca al gobierno tomar decisiones valientes, dejar atrás la política partidista y devolver el lustre al primer centro educativo del país. La UPR es fuente de talentos, símbolo de Puerto Rico ante el mundo. Nos toca como país rescatar la UPR.
