 |
Todavía me cuesta creer que altos funcionarios del gobierno, específicamente en Puerto Rico, mientan ante los medios de comunicación. Desconozco las razones de por qué lo hacen, sin embargo, mentir es el peor error de comunicación que alguien puede cometer.
Fue a través de una columna de opinión, en la cual expresé que por alguna inexplicable razón las personas mienten en medio de las crisis. Además, presenté varios ejemplos del por qué esto es un error craso de comunicación. Hoy, años después de aquella columna, me sorprende observar cómo todavía altos funcionarios del gobierno mienten.
Uno de los ejemplos más recientes fue cuando la gobernadora dijo a la prensa que retiró el nombramiento de la designada secretaria del Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO), Natalia del Valle Catoni. Según expresó fue mediante una misiva sometida al Senado en donde alegadamente retiró el nombramiento de la designada. Sus expresiones se dieron posterior a que el Senado anunciara que colgó dicho nombramiento en la sesión.
Cuando la prensa cuestionó al presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz y al vicepresidente del Senado Carmelo Ríos sobre la existencia de la misiva ambos negaron recibir la misma. Aunque la situación se convirtió en un asunto de versiones encontradas la realidad es que la gobernadora lució fatal más aún cuando legisladores de su propio partido negaron lo expresado por ella. En resumen, alguien mintió sobre lo ocurrido con el nombramiento y por las versiones expresadas al parecer quién lo hizo fue la gobernadora.
Hoy día en medio del acceso casi ilimitado a la información mentir es un error que se agudiza. Vídeos, grabaciones, publicaciones y otros, son parte de la información disponible para corroborar un dato. El país rechazó a gobernantes y funcionarios que se basaron en la mentira para adelantar sus causas y demostraron, aquel verano del 2019, que repudian esas acciones.
Otro tema que ronda las mentiras de la gobernadora es la salida del consorcio LUMA Energy. En campaña reiteró en varias ocasiones que al convertirse en gobernadora cancelaría el contrato del consorcio. Casi cuatro meses más tarde de iniciado su mandato las acciones del ejecutivo para eliminar el contrato son mínimas. Aunque todavía hay que esperar para ver el resultado, la realidad es que muchas personas piensan que sobre este tema la gobernadora también miente.
Investigadores coinciden en que los políticos recurren a la mentira para salir adelante, convencer a sus públicos y para demostrar que son superiores o mejores que otros. A mi juicio nada justifica el mentir. La mentira incide en la democracia y en la convivencia social. Por definición mentir es decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa. También es inducir a error.
Los ciudadanos esperan de sus líderes transparencia, confianza y solidaridad. Mi llamado tanto a la gobernadora como a los altos funcionarios es que siempre digan la verdad. Reitero mi postura de que al final del camino la verdad es siempre la mejor estrategia.