El gobierno de EE. UU. utiliza como pretexto el “narcotráfico” para justificar el asedio, la intimidación y la amenaza con una invasión militar a la hermana República Bolivariana de Venezuela. Pretende obligar a nuestro pueblo a creer que la nueva escalada militar en la región traerá algún nivel de progreso o beneficios económicos para la isla asegurando que someternos pasivamente a este crimen será de provecho para el pueblo. El recrudecimiento de la presencia militar en la isla solo estimulará la corrupción y el saqueo continuos de nuestros recursos tanto naturales, como humanos, la crisis se agudizará mientras los que implementan estas políticas bélicas no sufrirán consecuencia en su cotidianidad, ni en su calidad de vida.
Convocamos a la gente a movilizarse y así como lo hicimos en Vieques defendernos para evitar que nuestra tierra sea utilizada como carne de cañón para los intereses del imperio que nos odia. Cada día es más difícil para la gente pobre y trabajadora tener una vida digna en este país. Somos víctimas de: desplazamientos en nuestras comunidades, falta de seguridad alimentaria, pobres servicios de salud, saqueo de nuestras tierras agrícolas, escasés de vivienda, crímenes ambientales de todo tipo y privatizaciones de los bienes del pueblo. La deteriorada infraestructura de nuestras escuelas y los recortes presupuestarios a la UPR han reducido el acceso a la educación. La Reforma Laboral eliminó protecciones: como vacaciones, días de enfermedad y el bono de Navidad. La Junta Dictatorial de Control Fiscal y el gobierno colonial destruyeron los sistemas de retiro de los empleados públicos. La crisis energética que confrontamos producto de los contratos corruptos de LUMA y GENERA mantienen a la gente en un estado permanente de angustia. Esta nueva fase en la militarización de la isla solo garantizará el fortalecimiento de todas estas problemáticas. Al imperio y a sus alcahuetes no les ha bastado con convertirnos en un paraíso fiscal para un grupito de extranjeros que se lucran de manera privilegiada de nuestra
isla, sin ninguna fiscalización. Ahora pretenden convertir nuestro suelo en una gran base militar destinada a acosar a las hermanas naciones de Centro y Sur América.
Todas estas problemáticas son producto de las políticas imperiales de Estados Unidos sobre el territorio invadido que es Puerto Rico. Normalizar este crimen no es una opción por esto nos tiramos a la calle para denunciar los múltiples problemas que enfrentamos, el rol de los Estados Unidos y como la supuesta lucha contra el narcotráfico solo nos pone en una situación de mayor vulnerabilidad.
La realidad es que Estados Unidos vive del tráfico de drogas y armas en nuestra zona. Este asedio solo busca saquear los recursos naturales y energéticos de países hermanos a quienes pretenden someter a la misma tragedia colonial que vivimos.
La Jornada “Se Acabaron las Promesas” es una propuesta para la construcción de un nuevo país que apuesta por la gente, por las iniciativas gestadas desde abajo, por los proyectos que llevan años resistiendo medidas que han asfixiado nuestra calidad de vida por defender los privilegios de unos pocos. Este colectivo se compone de personas diversas que se organizan para proyectarse como la oposición a los sectores que buscan lucrarse de una deuda que no es del pueblo. Pueden encontrar y compartir más información en nuestra página de Facebook llamada Jornada: Se Acabaron Las Promesas o a través de nuestro correo electrónico seacabaronlaspromesas@gmail.com.
