Muchos años atrás ingresé a la Universidad de Puerto Rico Recinto de Rio Piedras «IUPI» y durante los primeros días de orientación, mi padre llamó, a mi teléfono celular pre pagado, ya que en aquel momento él se encontraba en el exilio político involuntario y me comentó: “ hijo; hay personas que pasan por la universidad mientras que a otros la universidad pasa por ellos”.
Este comentario aún estimula mí pensamiento. Cuestiono cuál es el deber de cada ciudadano. Ciudadano no como referente a la identidad nacional que un país otorga a sus miembros sino, la continua obligación de miembros ante el país.
Pienso que el ciudadano consciente se indigna cuando observa la injustica social, educativa y política en manos de los piratas sociales y en rehabilitación. Éste actúa para que la injusticia social, educativa y política no se convierta en una enfermedad terminal para su familia ni el país.
El ciudadano consciente no ignora las promesas de los piratas políticos. Éste no acepta sus ideas sin antes leer y cuestionar sus objetivos. Éste defiende sus derechos ante los piratas políticos que negligentemente gobiernan los recursos nacionales. Éste reconoce que, sin los puertorriqueños, no hay nación, ni país, ni libertad política, social ni económica para Puerto Rico.
El ciudadano consciente emplea su razonamiento. Éste elije a sus gobernantes por sus méritos y aportaciones y no por su partido. Los elije por su liderazgo y ambición de crear un sistema judicial, político, social, y económico que sea justo para todos y no sólo a los piratas políticamente bautizados ni los piratas privilegiados.
Un ciudadano consciente reflexiona que es imperativo cambiar el sistema político cuando éste esté dominado por los piratas sociales y los piratas políticos en rehabilitación. Éste defiende a su país y moviliza aquellos que eligen a los piratas en rehabilitación que persuaden con sus falsas promesas mientas bailan sobre la mesa.
En fin, el deber de cada ciudadano es proteger y defender a su patria de los piratas políticos en rehabilitación y los piratas sociales antes que estos se conviertan en una enfermedad terminal para su familia y el país. En palabras de mi padre: “trabaja y defiende tu patria y no esperes que otros lo hagan por ti”.
