Un proyecto de ley radicado en la Cámara de Representantes propone limitar el uso de explosivos y fuegos artificiales ruidosos en Puerto Rico, con el fin de reducir riesgos para personas vulnerables y animales, y establecer sanciones para quienes incumplan.
Se trata del Proyecto de la Cámara 989, presentado por el representante Edgar Robles Rivera, legislador por Arecibo y Hatillo y presidente de la Comisión de Asuntos del Consumidor, que crearía la “Ley para la Protección de Personas Vulnerables y Animales ante el Ruido de Explosivos y Fuegos Artificiales en Puerto Rico.”
La medida parte de la premisa de que el ruido extremo afecta a niños y jóvenes con autismo, personas con sensibilidad auditiva, adultos mayores, veteranos, personas encamadas y animales de servicio. Según Robles, el periodo navideño provoca cada año un aumento en episodios de ansiedad, crisis nerviosas y lesiones asociadas a detonaciones.
El legislador destacó que los veteranos con trastorno de estrés postraumático (PTSD) pueden experimentar retrocesos emocionales ante explosiones repentinas, mientras que personas dentro del espectro autista sufren dolor físico, taquicardia y episodios de pánico que limitan su participación en celebraciones.
El proyecto crea zonas de protección de 1,000 pies alrededor de hospitales, centros de envejecientes, refugios de animales, escuelas de educación especial y residencias de veteranos. También propone permisos especiales gestionados por la Policía, alternativas como pirotecnia silenciosa y espectáculos visuales sin detonaciones, campañas educativas y medidas de fiscalización.
Robles Rivera afirmó que la intención es reducir daños, evitar detonaciones indiscriminadas en áreas sensibles y promover celebraciones seguras, sin eliminar la tradición festiva. Según indicó, la pieza legislativa busca empatía y responsabilidad social en el manejo de fuegos artificiales, particularmente durante épocas de alta incidencia como Navidad y Año Nuevo.
