El observatorio Space Weather Follow On – Lagrange 1 (SWFO-L1) —el primer satélite de la NOAA diseñado específicamente para observaciones continuas y operacionales del clima espacial— comenzó hoy a las 7:30 a.m. (hora del Este) su viaje de un millón de millas desde el Centro Espacial Kennedy en Florida. El lanzamiento se realizó a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX, compartiendo viaje con otros dos sistemas de la NASA.
El equipo de lanzamiento confirmó que el SWFO-L1 se separó exitosamente del cohete y ya opera bajo su propia energía.
En aproximadamente cuatro meses, el satélite alcanzará el punto de Lagrange 1 (L1), ubicado a unas 1 millón de millas de la Tierra en dirección al Sol. Una vez posicionado en su órbita final, pasará a llamarse SOLAR-1 (Space Weather Observations at L1 to Advance Readiness). Tras una fase de verificación y validación de sus instrumentos, se espera que el satélite esté operativo para mediados de 2026.
“El exitoso lanzamiento de SWFO-L1 demuestra el compromiso de NOAA con el fortalecimiento de las capacidades de observación espacial de Estados Unidos”, expresó Juan Caro, administrador adjunto de comercio para asuntos internacionales y espaciales. “Estamos orgullosos de ser líderes globales en tecnologías de predicción del clima espacial y seguiremos invirtiendo en proteger a los estadounidenses y la infraestructura crítica de la nación”.
🚀 ¿Cuál es la función de SWFO-L1?
Una vez en operación, este observatorio servirá como sistema de alerta temprana de la Tierra frente a eyecciones de masa coronal (CME) y otros fenómenos solares potencialmente peligrosos.
SWFO-L1 llevará un conjunto de instrumentos, entre ellos el Compact Coronagraph-2, el segundo coronógrafo compacto de la NOAA en órbita. Estos equipos permitirán a los pronosticadores del Centro de Predicción de Clima Espacial de la NOAA contar con herramientas avanzadas para proteger la infraestructura vital del país.
“Este lanzamiento no se trata solo de un nuevo satélite; se trata de construir un futuro más resiliente y asegurar que las tecnologías de las que dependemos estén protegidas de los eventos más extremos del Sol”, señaló Irene Parker, administradora adjunta del Servicio Satelital e Información de la NOAA.
Los datos detallados y casi en tiempo real que genere el SWFO-L1 permitirán emitir alertas tempranas para proteger la infraestructura crítica, los intereses económicos y la seguridad nacional, tanto en la Tierra como en el espacio.
Eventos severos de clima espacial pueden afectar gravemente redes eléctricas, GPS y comunicaciones, esenciales para pilotos, servicios de emergencia y el sector militar. SWFO-L1 permitirá al gobierno de EE.UU. emitir pronósticos y alertas con suficiente antelación para minimizar riesgos.
Richard Ullman, subdirector de la Oficina de Observaciones de Clima Espacial de la NOAA, comparó su papel con los satélites meteorológicos que detectan ciclones en la Tierra:
“Si una CME fuera un huracán, el coronógrafo de SWFO-L1 actuaría como los satélites que detectan la formación de tormentas en el Atlántico, mientras que sus otros instrumentos funcionarían como los cazadores de huracanes, midiendo directamente la intensidad antes del impacto”.
🌍 Alianza NOAA–NASA
La misión SWFO-L1 es parte de una alianza de larga data entre la NOAA y la NASA. El Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA gestionó el desarrollo del observatorio según las especificaciones de la NOAA.
El satélite viajó como carga secundaria junto con la misión Carruthers de la NASA y el satélite principal IMAP, lo que permitió reducir significativamente los costos del lanzamiento al compartir el mismo cohete.
La NOAA operará el SWFO-L1 desde sus instalaciones en Suitland, Maryland, mientras que el procesamiento de datos se hará en el Centro de Predicción de Clima Espacial en Boulder, Colorado. Posteriormente, la información será distribuida a usuarios en Estados Unidos y el mundo, y archivada en los Centros Nacionales de Información Ambiental en Boulder y Asheville, Carolina del Norte.