Por: Lolimar Gómez Torres
Desde que comenzó la pandemia del covid 19 en nuestro país, el gobierno ha barajado un sinnúmero de medidas mediante la emisión de Órdenes Ejecutivas con el propósito de evitar la propagación del virus en nuestra población. Se ha permitido la reapertura de forma parcial o totalmente, actividades comerciales y prohibiendo actividades familiares. Todas las medidas tomadas no han podido evitar que diariamente mueran por Covid un promedio de 6 personas. Mucho menos aún, y más preocupante tampoco han evitado el continuo contagio masivo. Evidentemente las medidas tomadas han fracasado. Sin lugar a dudas nuestro pueblo mayoritariamente ha tomado todas las medidas cautelares para evitar, en lo posible, el contagiarse o contagiar a otros. Sin embargo, el Covid no arriba a nuestras costas en paracaídas . Por más que nuestra gente evite el contagio comunitario, si no se evita la importación del virus a nuestro país jamás vamos a tener éxito en evitar su propagación.
Los resultados obtenidos a esta fecha, confirman que las medidas tomadas han sido implementadas de forma improvisada, sin un norte definido y pretendiendo buscar chivos expiatorios a quienes atribuirle la responsabilidad de la propagación del virus. Ello ha tenido el efecto de aniquilar ciertas actividades comerciales en beneficio de otros sin fundamento científico alguno. Se suma a lo anterior la imprecisión de las estadísticas ofrecidas por el Departamento de Salud acompañadas por la manipulación mediática, siempre que se aproxima la fecha para la emisión de una nueva Orden Ejecutiva. Inexplicablemente el control del coronavirus, el impacto social y económico devastador del mismo, ocupa el último y menos atendido tema de discusión en la agenda electoral.¿Será posible que nuestra dirigencia política y empresarios no logren entender que la prosperidad económica y social de un pueblo tiene que estar acompañada de la preservación de la vida de todo sus ciudadanos?
Hasta que no se logre controlar la propagación de este letal virus , mediante un esfuerzo coordinado de todos los componentes de nuestro pueblo, será prácticamente imposible reestablecer exitosamente la actividad comercial, beneficiando y protegiendo a todos los comercios por igual. La administración gubernamnetal que habrá de asumir las riendas de nuestro País tendrá la compleja encomienda de lograr que así sea, pues de lo contrario continuaremos a merced de la misma pandémica improvisación.
