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El cuatrienio del fracaso

Por: Aracelys Otero Torres / Relacionista Lic R53

Falta de acceso al servicio de agua potable que provee la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), inestabilidad en el sistema de energía eléctrica y el pésimo estado de la infraestructura vial son algunas de las razones por las cuales, en mi opinión, este fue el cuatrienio del fracaso. Tristemente, las consecuencias las sufre el pueblo quienes intentan desesperadamente sobrevivir.

A pesar de que este fue el cuatrienio en el que las agencias pregonaron, una y otra vez, las asignaciones de fondos millonarias, la ejecución es imperceptible. Por ejemplo, la presidenta de la AAA anunció millones de dólares, en su mayoría producto de fondos por parte del gobierno federal para la realización de labores de reconstrucción y rehabilitación de la infraestructura de agua en el país. Sin embargo,  todos los días escuchamos reclamos de comunidades que carecen del servicio. Morovis, Hatillo, y Quebradillas en la zona norte son algunos de los municipios que más interrupciones experimentan. 

Hay comunidades que están durante semanas sin el servicio. En su mayoría adultos mayores y encamados quienes sufren las consecuencias de la falta de agua potable para realizar sus labores cotidianas. Además, estos, como medida remediativa imponen cargas mayores a sus presupuestos con el fin de poder atender la falta del servicio que es responsabilidad del gobierno proveer. Compra de cisternas de agua potable y compra de agua embotellada son algunos de los gastos recurrentes para las familias. 

En el tema del sistema de energía eléctrica demás está decir que la inestabilidad y fragilidad son la orden del día. Apagones masivos que dejan a miles sin servicio, enseres y alimentos dañados se convirtieron en parte de la vida cotidiana de los ciudadanos.  A esto se suma la carga económica que asumen tanto individuos como comerciantes para manejar la situación de la crisis energética que experimenta el país estanca el desarrollo económico. Ninguna empresa va a querer establecerse en un lugar que carezca de un sistema energético robusto.

Cuando repasamos la infraestructura vial la realidad es que la mejor descripción  es pésima. Un rotativo nacional realiza un recorrido a través de los 78 municipios. De estos reseñaron sobre 55 y me atrevo señalar que en  el 90% de los municipios entrevistados el reclamo más recurrente por parte de los ciudadanos es  el mal estado de las carreteras. Una y otra vez las personas reclaman mejores accesos, mejores vías de rodaje para desplazarse a sus centros de trabajo, a las escuelas, a las citas médicas y a realizar gestiones ordinarias como pagos y compras.  El mal estado de las carreteras incide en el intercambio de bienes y servicios mientras representa un asunto de seguridad en especial cuando se trata de emergencias.

Al repasar la información provista, queda evidenciado que el gobierno fracasó en su gestión de proveer servicios directos y esenciales a la gente. Además estancó posibilidades para fortalecer el desarrollo económico. Solo espero que el nuevo gobierno atienda estos y otros problemas que enfrenta el país y que finalmente la ciudadanía reciba los servicios que merece.

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