Comunidad

Comunidades de Salinas protestan contra el proyecto CIRO One del inversionista Nicholas Prouty

Residentes de Salinas y representantes de varias organizaciones realizaron una protesta contra el proyecto CIRO One y el inversionista Nicholas Prouty, asegurando que el proyecto industrial de placas solares, financiado por el dueño del Complejo de lujo Ciudadela, está poniendo en peligro la seguridad y la vida de cientos de familias en el pueblo sureño.

Las portavoces de la manifestación aseguraron que desde el inició de la construcción de CIRO One, cuyo principal inversionista es Prouty, las comunidades cercanas se han visto sumamente afectadas.

“Las familias de la comunidad del Coquí, que queda justo al sur de CIRO, se están perjudicando por el aumento en las inundaciones, y la cantidad de agua que llega a nuestros hogares en distintos eventos de lluvias. Esa agua con fango que proviene desde el área de construcción del proyecto industrial de CIRO no sólo recorre las calles, sino que se mete dentro de nuestras casas, en algunos lugares hasta 3 o 4 pies. Incluso, áreas que antes no se inundaban ahora sí. Están poniendo en peligro nuestras vidas y a nadie de la empresa ni del gobierno les importa”, dijo Diana Santi Santiago residente y portavoz de la comunidad Coquí.

Por su parte Maritza Figueroa, también residente y portavoz de las comunidades afectadas, comentó que a los vecinos nunca le consultaron cuando se propuso la construcción del proyecto cerca a sus hogares.

“A los vecinos del Coquí, San Felipe, Urb. Las Trinitarias, Urb. Paseo Costa del Sur, entre otras, nunca nos consultaron la construcción de ese proyecto. Pero ahora, desde que nos organizamos para defender a nuestra gente, exigir información y que detuvieran la construcción, los corporativos de CIRO tienen una campaña para tratar de comprar conciencias. Hace meses se comprometieron a entregarnos la información que les pedimos y no lo han hecho”, aseguró Maritza Figueroa.

Con sus expresiones coincidió otra de las portavoces del grupo, Elba Priscila Rodríguez, la cual manifestó que “a CIRO y sus inversionistas no les importa el daño que nos hagan, pero a nosotros que vivimos allí desde hace muchos años sí nos importa. Se nos va la vida”.

El controversial proyecto de Prouty también ha sido criticado por la inutilización de cientos de cuerdas de terrenos agrícolas y el impacto que tiene en el acuífero del sur.

“Esto nos es un proyecto agrícola, es uno industrial eléctrico. Lo primero que hicieron fue eliminar toda la vegetación y todo el suelo de la superficie, que es el más fértil para sembrar. De esta forma se inutiliza el potencial agrícola del terreno y, al compactarlo para colocar las placas, se impermeabiliza, por lo que no hay percolación del agua hacia el acuífero, el único abasto de agua que tenemos en Salinas. Ese flujo del agua ahora corre hacia las comunidades. Esto es otro desastre ambiental, agrícola y comunitario en Salinas”, comentó la agrónoma Yaminette Rodríguez Sierra, portavoz del Comité Diálogo Ambiental.

Justo al lado de CIRO One, la corporación AES Puerto Rico, dueña de la polémica planta de carbón de Guayama, propone impactar 1,029 cuerdas agrícolas para también colocar un complejo de placas solares.

En ese caso, el Secretario de Agricultura, Ramón González Beiró, quien endosó el proyecto de AES, fue señalado por su conflicto de interés, pues su hijo es Vicepresidente de la empresa Agriart, quien arrendó los terrenos a la subsidiaria de AES.

Por último, Roberto Thomas, coordinador de la Iniciativa de Ecodesarrollo de Bahía de Jobos (IDEBAJO), criticó la insistencia del gobierno de poner en peligro la sustentabilidad agrícola y la vida de la gente.

“Los residentes de Salinas y Guayama hemos sido tirados al sacrificio por el gobierno. La peligrosa planta de carbón y su depósito de cenizas tóxicas; el campo de tiro más grande del Caribe; la deforestación en la costa; la destrucción de bosques y humedales; las semilleras transgénicas; la contaminación con óxido de etileno; y ahora estos inmensos proyectos de placas solares en suelos agrícolas y ecológicos son algunas muestras del impacto diario que sufren las familias en nuestras comunidades. Detrás de todos esos desastres, siempre hay alguien que se beneficia con millones de dólares a costa del dolor y el sufrimiento de la gente. Esto hay que detenerlo”, manifestó Roberto Thomas.

Finalmente, los activistas movieron su protesta frente al Departamento de Agricultura donde criticaron la posición del secretario Ramón González Beiró de apoyar la inutilización de miles de cuerdas agrícolas para construir los sistemas industriales solares.

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