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Nuevamente el Departamento de Educación ocupa las primeras planas de los rotativos del país por una situación que involucra a altos funcionarios. De forma súbita el secretario de la agencia dejó el puesto. El gobernador Pierluisi nombró de forma interina a Ángel Toledo López, quien fue duramente criticado por su estrecho vínculo con la política partidista del Partido Nuevo Progresista. Con ello sale a relucir, una vez más, el rol protagónico que tiene la política partidista en esta agencia. En cuestión de días se retiró el nombramiento y presentaron a Yanira Raíces como la nueva secretaria interina.
De inmediato saltaron las voces a favor y en contra de la designada quien se proyecta con una experiencia de más de dos décadas en la agencia. Sin embargo existen cuestionamientos sobre su desempeño y sus vínculos con el PNP. Mientras el país se encuentra sumido en estas noticias, la realidad que se vive es la falta de mantenimiento a las escuelas, el reclamo de los alcaldes relacionados con los problemas de infraestructura así como promesas incumplidas. A pocas semanas del inicio escolar todavía hay escuelas que sufren las consecuencias de los terremotos de 2020 y del paso de eventos atmosféricos.
En pleno Siglo XXI, urge despolitizar una de las agencias más importantes del país. Las decisiones basadas estrictamente en la política partidista tienen que acabar. Los funcionarios que dirigen al Departamento de Educación tienen que tener la responsabilidad, el compromiso y la determinación de adelantar una agenda educativa de vanguardia. Tienen que devolver el lustre al sistema de educación pública del país. Tienen que velar por los mejores intereses de los estudiantes, de los maestros y de la comunidad escolar en general.
Las escuelas además de ser los centros educativos son el lugar que brinda mayor seguridad a los niños y niñas, que los aleja del maltrato que viven en sus hogares. Son el lugar donde niños y niñas reciben al menos dos comidas balanceadas. Son el lugar donde se forjan sus sueños y la esperanza de un futuro alentador. Es triste, lamentable e inaceptable que la política partidista determine a quién se ayuda, a quién le dan los recursos, a quién contratan y a quién despiden.
El país merece un sistema educativo robusto donde los maestros cuenten con las herramientas tecnológicas y académicas necesarias para impartir una educación innovadora. Donde la infraestructura de las escuelas sirva de inspiración y motivación para ir a salón de clases. Mientras la política partidista sea la orden del día los estudiantes serán las víctimas y continuarán los problemas que por años confronta el sistema. El Banco Mundial define la educación como un derecho humano, un importante motor del desarrollo y uno de los instrumentos más eficaces para reducir la pobreza, mejorar la salud y lograr la igualdad de género. Cuando el gobierno adopte esta definición y establezca estrategias dirigidas a lograr los descrito entonces se cambiarán paradigmas que resultarán en beneficio de todos.