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Por: Dr. Howard Caro-Lopez
Recientemente el ex senador y candidato a la gobernación por el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Juan Dalmau, hizo una gira por varias partes de los Estados Unidos (EEUU) para celebrar una serie de eventos comunitarios con el propósito de educar la diáspora sobre la realidad colonial de Puerto Rico y las propuestas de su partido. Entre los temas que Dalmau tocó estaban la relación colonial entre Puerto Rico y los EEUU bajo la Ley Promesa, el proceso de descolonización a nivel federal, y la crisis energética en Puerto Rico. Como era de esperarse, Dalmau hizo hincapié en la independencia como la solución más factible para atender las necesidades más urgentes de nuestro pueblo, dada la realidad de la falta de compromiso en el Congreso federal de a resolver las necesidades más urgentes del pueblo, pese a la gestión de introducir un proyecto legislativo para atender el tema de estatus. También tomó la oportunidad de romper los mitos sobre el independentismo de ser un movimiento dizque socialista o que llevara a Puerto Rico a la miseria.
Aunque el PIP lleva años proyectándose en el Comite de Descolonización de la ONU o en vistas en el Congreso federal, las charlas de Dalmau con varias comunidades puertorriqueñas en los EEUU apunta a una gestión más intencional para no solo educar sobre asuntos políticos en Puerto Rico, sino de generar apoyo para la independencia en las comunidades diaspóricas, aprovechando del surgir en apoyo electoral para el PIP y su ventaja actual en donativos para su fondo electoral. La presencia de Dalmau en charlas universitarias y en eventos públicos en ciudades como Nueva York y Washington busca posicionar al PIP como una alternativa política más amplia, en vez de un movimiento sectario como ha sido históricamente.
Como he señalado anteriormente, el estancamiento ideológico y la corrupción pervasiva dentro de los partidos principales históricos en Puerto Rico, junto con el deterioro de la calidad de vida en Puerto Rico en las últimas dos décadas ha creado una apertura para que otros partidos electorales se puedan proyectar como alternativas reales al dominio del binario PNPD. La generación más joven de electores en particular han sido los más receptivos a brindarle una oportunidad al PIP y el MVC a cambiar el rumbo de la nación, al ver que se desvanecen las oportunidades para tener una mejor calidad de vida. El PIP parece que apuesta a que su mensaje también pueda resonar con los puertorriqueños que viven en los EEUU, muchos que se han ido de Puerto Rico en los últimos años en busca de mejores oportunidades.
Como puertorriqueño que se mudó a Puerto Rico en busca de mejores oportunidades económicas y que ha seguido envuelto en esfuerzos para apoyar comunidades en Puerto Rico, es alentador ver este tipo de gestión para envolver a las comunidades en la diáspora en el proceso político. A manera de anécdota, rara vez he visto esfuerzos similares de líderes del PNP y PPD para involucrar a la diáspora, que quizás explica en parte por qué han ido perdiendo apoyo. Dicho esto, tanto para mi como seguramente para muchos de nosotros viviendo en los EEUU, esto es solo la primera parte de un proceso más largo si es que el PIP quiere seguir expandiendo su base de apoyo.
Si el PIP (y posiblemente el MVC, si se logra crear el pacto electoral que los dos anunciaron hace poco para el 2024) quieren lograr esta meta, hay varias cosas aún por aclarar para cimentar un bloque electoral, más allá del estatus. ¿Cual es el plan para una infraestructura sustentable en Puerto Rico? ¿Cómo se atacará la seguridad alimentaria para reducir el costo de la bolsa familiar? ¿Que se hará para limitar la gentrificación de Puerto Rico por inversionistas americanos y de otras partes para bajar el costo de vivienda accesible? ¿Cuál será la visión para el sistema de educación pública bajo un gobierno PIP/MVC y/o en un Puerto Rico soberano? ¿Y por último, qué papel jugará la diáspora en reimaginar a un Puerto Rico soberano?
Que consta que estas preguntas no solo aplican al PIP si no a cualquier alternativa electoral que busca destronar al binario PNP PPD. Si bien Dalmau, el PIP y sus aliados buscan aprovechar la apertura para una nueva opción electoral en Puerto Rico, la clave es presentar una visión comprehensiva que logre arreglar el rompecabezas de la condición colonial en nuestro pueblo. El ánimo está- ahora toca integrar la imaginación de un futuro mejor.