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La necesidad de hacer cumplir la ley

Por: Aracelys Otero Torres / Relacionista Lic R 53

En Puerto Rico es común escuchar que se aprobó X o Y Ley. Legisladores, funcionarios y hasta el propio Gobernador celebran cada vez que un proyecto se convierte en Ley. Sin embargo, ¿Qué pasa después que el Gobernador estampa su firma en el documento?  Si repasamos los sucesos más recientes en nuestra isla podemos pensar que es poco o ninguno el seguimiento que se da para hacer cumplir la Ley.

La falta de agua potable, la carencia de maestros capacitados en lenguaje de señas y la falta de intérpretes en las agencias son la orden del día. Los ejemplos presentados, tienen en común Leyes que los regulan. Sin embargo, nada pasa.  Mientras, el gobernador Pierluisi se mantiene aislado, sin tomar acciones proactivas que cumplan el mandato de Ley, que en algunos de los ejemplos, fue precisamente él quien las firmó.

El 10 de agosto de 2021, Pierluisi estampó su firma en una medida de la senadora Elizabeth Rosa, la cual ordena a la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados y a la Autoridad de Energía Eléctrica iniciar los planes para el dragado de los embalses. Hoy, casi un año más tarde, todavía las agencias carecen de un plan para cumplir con el mandato de la Ley 19-2021.  Mientras, miles de familias reclaman agua para sus comunidades. Parte de la solución a ese problema se atiende con la ley que está en el limbo.

La Ley 56-2018 ordena  incluir cursos de lenguaje de señas en el currículo de las escuelas del Departamento de Educación de todos los niveles y fomentar la integración del lenguaje en cursos regulares. ¿Su hijo o algún estudiante que usted conozca que curse en una escuela del sistema público recibe cursos de lenguaje de señas en todos sus niveles? Me atrevo a responder que no.  

Otra de las leyes que incumplen su mandato es la Ley Núm. 136-1996.  Esta dispone que todas las agencias gubernamentales proveerán un intérprete para que asista a las personas con impedimentos auditivos que le impiden comunicarse oralmente. Podría nombrar mil ejemplos de sordos que acuden a las agencias y van sin recibir los servicios porque nadie se puede comunicar con ellos.

Apuesto que como estas hay cientos de leyes que existen y nadie vela por su cumplimiento. Lo triste es que el gobierno toma alguna acción cuando aparece un reclamo y luego vuelven a convertirse en letra muerta. Le recuerdo a los gobiernos que su finalidad es servir y atender las necesidades de la gente. Es encontrar soluciones a sus problemas o minimizarlos.  Aunque el fin de crear una ley en ocasiones es loable, de nada vale anunciarla y celebrarla si el próximo paso es nulo. Los gobernantes tienen que tomar acción y hacer cumplir las leyes, más aún cuando estas pudieran ser la solución a los problemas de los ciudadanos. ¿Qué se necesita? Voluntad y acción.

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