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Por: Aracelys Otero Torres / Relacionista Lic R 53
Hoy inicia la Semana Santa o Semana Mayor. Una semana para la reflexión y recogimiento espiritual. En estos días mi llamado a quienes componen el gobierno es a reflexionar en la gestión gubernamental y en cómo sus agendas de trabajo inciden en la vida de los puertorriqueños.
El país reclama de sus líderes transparencia, empatía y solidaridad. Transparencia en los procesos gubernamentales. Ahora más que nunca y luego del anuncio de los miles de millones de dólares que se asignan en fondos para obras es necesario que los procesos sean conforme a la ley. El país está esperanzado en validar, mediante obras y mejoras en los servicios que recibe, el buen manejo de los fondos. También, espera que esa transparencia deje en el pasado escándalos vividos por actos de corrupción que fueron primeras planas a nivel local e internacional. El pueblo necesita retomar la confianza en las agencias de gobierno y en la sana administración pública.
Reflexionar en cómo pueden ser empáticos desde cualquiera que sea su función dentro del gobierno es algo que también el país reclama. Por años, somos víctimas de un sistema atropellado, con falta de comunicación entre las agencias, con empleados gubernamentales a quienes, sin intención de lastimar, se les olvida una sonrisa para ese ciudadano que lleva todo un día y a veces más, en búsqueda de una solución. Se debe reevaluar, readiestrar y reenfocar los esfuerzos para lograr empleados más empáticos con las necesidades de la gente.
También, los altos funcionarios gubernamentales deben ser empáticos con sus empleados. El país es testigo como todavía la gran mayoría de los empleados públicos urgen, reclaman a gritos mejores condiciones laborales, salarios justos y un retiro digno. Maestros, empleados de ADSEF y hasta alguaciles, lidian con salarios que apenas les alcanza para satisfacer sus necesidades, con oficinas sin las herramientas y equipo necesario y con escalas salariales que durante décadas carecen de revisiones.El mayor recurso del gobierno es su capital humano. Seamos empáticos con ellos. Atender sus necesidades es vital para el buen funcionamiento de la agenda gubernamental.
Hago un llamado al gobierno a ser solidarios. Datos reflejan el nivel de pobreza que vive el país. Familias que se acuestan sin comer, envejecientes que carecen de alimentos y otros que tienen que escoger cómo invierten sus limitados recursos económicos. Esto debido al aumento en los servicios como la luz, el agua, la canasta básica de alimentos, los peajes y otros. Ser solidarios es ponerse en el lugar del otro para entender su necesidad, su dolor. Lamentablemente, cada vez el gobierno se aleja más de conocer el diario vivir de aquellos que mediante el voto le escogieron para adelantar una agenda de futuro en beneficio de todos.
Durante esta Semana Santa, invito a todos los que componen el gobierno a reflexionar sobre sus ejecutorias, sobre el trato al prójimo, sobre su compromiso con contribuir con su granito de arena a un Puerto Rico donde la esperanza y la fe sean la base de la agenda pública.