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Si tu hijo se enferma, ¿lo llevarías a un colmado para atención medica? ¿si su salud está en riesgo, consultarías con tu estilista para tratar de salvarle la vida?
Tal vez parezca extraña la pregunta pues la mera idea de confiar la salud de nuestros niños a personas no capacitadas nos parece algo imposible y se consideraría no solo un acto de negligencia crasa sino también de maltrato; sin embargo, es algo que muchos de nosotros hacemos frecuentemente con nuestras mascotas. Al momento de buscar ayuda por problemas de salud de nuestros animales, acudimos al centro agrícola más cercano, a la tienda de mascotas (pet shops), al estilista (groomer) o incluso a individuos que se hacen llamar veterinarios en busca de servicios que sólo un médico veterinario licenciado esta capacitado a brindarnos, poniendo en riesgo la salud y la vida de nuestras mascotas.
Los profesionales certificados y licenciados para atender problemas de salud de nuestras mascotas son los médicos veterinarios, que, igual que los médicos humanos, han hecho una larga carrera de estudios para especializarse en la salud animal.
La práctica ilegal de la medicina veterinaria se conoce como intrusismo. Pero ¿quién incurre en esta práctica? Toda persona que realiza procedimientos médicos y/o quirúrgicos en animales (incluyendo vacunas, corte de orejas y esterilizaciones), diagnostican y tratan condiciones y/o padecimientos sin ser médicos veterinarios licenciados y colegiados son intrusistas.
En el caso de animales de consumo (aquellos animales que llegan a nuestra mesa como la carne de res, leche y huevos) el peligro es aun mayor pues ponen en riesgo la cadena alimentaria, exponiéndonos a todos a serias complicaciones de salud.
Es importante que aprendamos a reconocer el consultorio de un médico veterinario licenciado, que debe estar identificado de manera similar al de un consultorio de un médico humano. Si es nuestra primera visita, o no estamos seguros, es correcto y aceptable solicitar las credenciales del profesional de la salud. Ningún médico veterinario licenciado y colegiado debe incomodarse o negarse a ofrecer información como su número de licencia a un cliente que así lo solicite. También puede comunicarse directamente al Colegio de Médicos Veterinarios de Puerto Rico para confirmar la legalidad del médico veterinario al que va a visitar. Recordemos que cuando adoptamos un animal, nos convertimos en los responsables de su salud y bienestar. Somos sus custodios y su vida depende de que tomemos decisiones correctas y legales; esto es parte de lo que conocemos como “Tenencia Responsable”.
El Colegio de Médicos Veterinarios de Puerto Rico está comprometido con colaborar con las autoridades y brindar apoyo a la ciudadanía que denuncia esta práctica, que es un delito tipificado en nuestro Código Penal y también implica una violación a la ley 154 de 2008 (Ley para el bienestar y la protección de los animales.