Comunidad

A cuatro años del huracán María el 76 por ciento de los proyectos cuentan con una asignación de fondos de FEMA

La reconstrucción de Puerto Rico a raíz del huracán María supone una revitalización de los sectores de infraestructura, salud, educación y demás segmentos que representa una mejoría en la calidad de vida a largo plazo de todos los ciudadanos. Para esto, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) asignó sobre $25,000 millones que corresponden a más de 8,460 proyectos, que a su vez impulsa el crecimiento de la industria de construcción en el país y ayuda a reactivar la economía local.

Cerca de 2,000 de estos proyectos ya se han completado o están bajo construcción con la ayuda de fondos de FEMA. Estas obras, que incluyen carreteras, edificios donde se ofrecen servicios a la ciudadanía y espacios recreativos representan una inyección de sobre $44 millones. Los avances en la recuperación son producto de los esfuerzos entre el gobierno federal y la Oficina de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia (COR3) para atender las áreas afectadas por la tormenta más grande en la historia moderna de los Estados Unidos. Cada proyecto ayuda a restablecer las actividades en las comunidades y brinda un nuevo comienzo para las estructuras que quedaron inoperantes luego del huracán.

“El ritmo de la recuperación avanza al trabajar al unísono junto con los municipios, el gobierno estatal y COR3. Todos los elementos que formamos parte de este momento histórico para la isla tenemos una función esencial para que esta recuperación sea exitosa. Este pasado año hemos asignado fondos para una cantidad récord de proyectos y confiamos en que la recuperación continúe moviéndose en esa dirección”, señaló el Coordinador Federal de Recuperación por Desastres de Puerto Rico, José G. Baquero.

Reactivación económica

La inyección económica en la isla a raíz del huracán María es una sin comparación. Así lo describió Alba Brugueras-Fabre, presidenta de la Asociación de Economistas de Puerto Rico, quien mencionó que ninguna otra ayuda federal por desastres para la isla se asimila al peso de la inversión multimillonaria de FEMA en el país.

La experta añadió que “hay un impacto mucho más allá de lo inmediato, porque a medida que se vayan completando estos proyectos, veremos más cambios en el país”.  Recalcó que el efecto de este capital será multisectorial, que incluye las áreas de la banca, vivienda y la construcción.

Con esto coincide el presidente del Capítulo de Puerto Rico de la Asociación de Contratistas Generales de América, Umberto J. Donato Solís. El también arquitecto explicó que el efecto multiplicador de los fondos de recuperación abre la puerta para un desarrollo de la economía local que trasciende el sector de la construcción. Donato Solís expresó que el sector está preparado para el aumento en la actividad de las obras a realizarse y que la verdadera oportunidad de la reconstrucción recae en el crecimiento sostenible de Puerto Rico a causa del capital que generará la recuperación.

Reconstrucción en progreso

A nivel municipal, el total de fondos aprobados representa el acceso a $1,900 millones para trabajos de obra permanente a fin de tener estructuras fortalecidas y resilientes para futuros desastres.

Según el coordinador federal de la recuperación, unas de las áreas donde más se ve la actividad de la reconstrucción es en los parques, centros comunitarios y lugares recreativos en los barrios del país. “Estas instalaciones son parte del estilo de vida de los ciudadanos y son la piedra angular de los vecindarios. Así se sintió en el parque de pelota Juan F. “Cheo” López en Camuy, donde recientemente se reunió la fanaticada del béisbol AA del pueblo para ser parte del primer juego nocturno en cuatro años gracias a los fondos de FEMA. De la misma forma, más de 1,000 familias de comunidades en Hormigueros y Aibonito ahora disfrutan de canchas de baloncesto reparadas por medio de una partida de sobre $2.2 millones. Esto redunda en la ampliación del ofrecimiento de actividades para el bienestar de estas comunidades,” expresó Baquero sobre las reparaciones a parques e instalaciones recreativas que alcanzan los $816 millones.

Por su parte, el director ejecutivo de COR3, Ing. Manuel A. Laboy Rivera, reconoció la necesidad de renovar la infraestructura local y la oportunidad histórica que esto representa para el desarrollo socioeconómico de nuestro pueblo.

“Sin dudas, la reconstrucción comenzó y para garantizar su continuación estamos implementando diversas iniciativas como el Fondo para obra de Reconstrucción de $750 millones, simplificamos procesos para desembolsos de fondos, y estamos trabajando en equipo junto a FEMA para atender las dudas de los subreceptores y ser facilitadores en el proceso de la renovación de la infraestructura”, afirmó Laboy Rivera.

Adaptaciones ante el cambio climático

Por otra parte, la adaptación climática en la reconstrucción es una iniciativa que promueve que las comunidades estén listas para enfrentar los impactos del calentamiento global, como el alza en los niveles del mar y el desarrollo de fenómenos atmosféricos más extremos. Alrededor del 84 por ciento de los proyectos de reconstrucción bajo el programa de Asistencia Pública de FEMA cuentan con fondos que buscan fortalecer las estructuras más allá de cómo eran antes del desastre y atienden algunos de los mayores riesgos asociados con el cambio climático.

Una de las maneras más eficientes para enfrentar las variaciones en el clima es la implementación de materiales que imitan a la naturaleza. Estos ayudan a filtrar y canalizar la lluvia a fin de evitar inundaciones, entre otros beneficios. La siembra de grama para proteger el talud en varias calles del barrio Playa Añasco, por ejemplo, es una manera de atender el problema de la erosión del terreno. En esas vías, una asignación de cerca de $2.4 millones de FEMA aporta a la seguridad vial de la isla.

Asimismo, unos $93.2 millones a través del Programa de Subvención para la Mitigación de Riesgos (HMGP, por sus siglas en inglés) tienen como propósito fortalecer las estructuras que no sufrieron daños a causa del huracán. Ante la amenaza de los efectos del cambio climático, estos fondos añaden valor y resiliencia a largo plazo. Los proyectos aprobados por HMGP hasta la fecha tienen un costo estimado de $1,300 millones.

De acuerdo con la meteoróloga y experta en cambio climático en Puerto Rico, Ada Monzón, la variación extrema en el clima es el “problema más grande que enfrenta nuestro planeta”, pues trae un aumento en temperatura de la tierra y los océanos y contribuye al aumento de huracanes categoría 4 y 5, entre otras características.

“La resiliencia de nuestra isla está atada a la capacidad de enfrentar eventos extremos y el aumento en el nivel del mar y cómo apoderamos a nuestras comunidades a tomar las decisiones correctas. Si no lo hacemos, cada vez va a costar más en términos de dinero y en vidas”, manifestó Monzón quien agregó que la isla tiene las herramientas y las soluciones, pero se necesita educación y voluntad para pensar en el bien común.

La equidad en la recuperación

La oportunidad de reconstruir la isla toma en cuenta a las poblaciones vulnerables y los sectores que se afectan de manera desproporcionada durante los desastres. Estas áreas del país donde hay mayor concentración de familias de bajo recursos, personas con diversidad funcional y donde se enfrentan algunos retos únicos forman parte de la planificación a largo plazo. La agencia colabora con los municipios para identificar barreras e incorporar soluciones viables que atiendan los asuntos de accesibilidad en sus recursos turísticos.

El equipo de trabajo para la Integración de Personas con Discapacidades (DI, por sus siglas en inglés) de FEMA colaboró junto a varios municipios el primer proyecto federal y estatal en Puerto Rico para eliminar barreras de acceso en instalaciones turísticas a ser reparadas con fondos federales. Pasos concretos incluyen la adquisición de letreros en escritura Braille en el Faro Punta Tuna en Maunabo para que las personas no videntes disfruten de un turismo inclusivo.

Junto con el gobierno de Puerto Rico, FEMA, y su plantilla local de sobre 790 puertorriqueños, trabaja para continuar asignando fondos y mover la recuperación hacia adelante.

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