Salud

Organizan junte salubrista para atender el problema de la hepatitis en Puerto Rico

De izquierda a derecha, Lilliam Rodríguez, de VOCES, Dra. Aixa Irizarry, directora de la división de prevención ETS VIH y hepatitis del Departamento de Salud y el Dr. Raúl Castellano, coordinador en Puerto de la Organización Paramericana de Salud y Organización Mundial de la Salud.

La prevalencia en Puerto Rico de la hepatitis es un tema salubrista de urgencia, en términos de educación, identificación y tratamiento. A esos efectos, la Revista de Medicina y Salud Pública y VOCES-Coalición de Inmunización y Promoción de la Salud, auspició junto al Departamento de Salud, el conversatorio ‘Puerto Rico Libre de Hepatitis’, celebrado en las facilidades del Senado en Puerta de Tierra. “Esta inicitiva tiene el fin de encontrar soluciones integrales a los obstáculos que enfrenta la clase salubrista para tratar los pacientes con dicha condición”, expresó Pedro Lugo, de la Revista de Medicina de Salud Pública.

El tema de la hepatitis en Puerto Rico es uno de poca discusión pública, a pesar de que la prevalencia de esta condición en Puerto Rico es el doble que en Estados Unidos. “A nivel local, la prevalencia de hepatitis C se estima en 2.3%, o 2.3 personas por cada 100,000, según estudios realizados con el apoyo de los Institutos Nacionales para la Salud (NIH), mientras en Estados Unidos la prevalencia está estimada en 1.0%, o 1 persona por cada 100,000”, añadió Lugo.

Números más dramáticos son los relacionados a la población en el sistema correccional de Puerto Rico. Según el “Informe estadístico anual 2018-2019” del Programa de Salud Correccional del Departamento de Corrección y Rehabilitación de Puerto Rico, para el periodo del 2018-2019 el 25.5% de la población correccional era seropositiva a hepatitis C.

Existen tres variantes de dicha condición, la hepatitis B es una infección grave del hígado causada por el virus, que se puede prevenir fácilmente mediante una vacuna. Generalmente, esta enfermedad se transmite por la exposición a los fluidos corporales infectados. En el caso de la hepatitis B, el virus se propaga por el contacto con la sangre contaminada, por ejemplo, al compartir agujas o utilizar equipos de tatuaje no esterilizados. La hepatitis C se caracteriza por la inflamación del hígado ocasionada por el consumo excesivo de alcohol durante muchos años.

“De hecho, la hepatitis C es la indicación más común para trasplante de hígado a nivel mundial y en Puerto Rico. Tanto así que, de los 67 trasplantes de hígado realizados en Puerto Rico entre febrero de 2012 y abril de 2014, el 45% estuvieron relacionados a la hepatitis C”, añadió la gerontóloga Rossana López León, participante del evento.

La hepatitis es una enfermedad tratable y curable. Hasta hace poco, las opciones para las personas infectadas eran reducidas. Sin embargo, hoy se puede curar la hepatitis C gracias a grandes avances en la ciencia. Ya la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) ha aprobado múltiples terapias, denominadas Antirretrovirales de Acción Directa (AAD) que pueden curar a más del 90% de las personas infectadas, con tratamientos orales de 8-12 semanas de duración, y con pocos efectos adversos. 

“Es importante que se trate de manera temprana a todas las personas con infección crónica de hepatitis C. Nosotros estamos comprometidos con la salud de nuestra gente, y por eso estamos realizando este tipo de encuentros, promoviendo la educación a las comunidades”, añadió Lilliam Rodríguez, de VOCES. 

En el evento participaron  como ponentes de manera presencial y otros de manera virtual, el Dr. Leandro Soares Sereno, Asesor Regional Hepatitis Virales del Departamento de Enfermedades Transmisibles y Determinantes Ambientales de Salud; Dr. Federico Rodríguez, presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Gastroenterologia; Dr. Jorge Santana, infectólogo del Recinto de Ciencias Médicas; Dra. Marcia Cruz Correa, directora ejecutiva del Centro Comprensivo de Cáncer y el senador Rubén Soto, presidente de la Comisión de Salud del Senado. 

Como parte de esta primera reunión, el enfoque será dirigido en las siguientes áreas: reducir disparidades y desigualdades relacionadas con la hepatitis viral; la prevención de nuevas infecciones; mejorar la vigilancia y uso de datos y lograr alianzas, esfuerzos integrados y coordinados que aborden la hepatitis C.

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