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Por: Aracelys Otero Torres / Relacionista Lic R 53
Conferencias de prensa, colocaciones de primeras piedras, inspecciones de proyectos, son algunos de los escenarios en los cuales el gobierno realiza un anuncio. Un sinnúmero de veces el país se detiene para escuchar al gobernador y a altos ejecutivos del gobierno anunciar con vítores un nuevo proyecto. Sin embargo, muchas veces, y me atrevo a decir que en los últimos años, el gobierno se convirtió en el gobierno de los anuncios.
¿Por qué digo esto? Porque anuncian un proyecto y ahí quedó. Nadie sabe qué pasó, en qué etapa se encuentra, cuánto fue el costo total. Lo peor es que en múltiples ocasiones los proyectos anunciados presentan dificultades una vez puestos en marcha. A veces tan rápido como en pocos días. Por ejemplo, recientemente el gobierno anunció que las personas vacunadas podrían validar su vacunación mediante el Vacu ID. Fue el gobernador quien en una rueda de prensa hizo el anuncio. Días después se escucharon las miles de personas que confrontaron problemas y todavía hoy día a muchos les falta completar el proceso digital.
Otro ejemplo fue cuando el gobierno anunció que las personas podrían utilizar una plataforma digital para recibir el incentivo económico del Pandemic Unemployment Assistance (PUA). En aquel entonces fue la exgobernadora Wanda Vázquez quien hizo el anuncio. La gran mayoría de nosotros sabe el resultado de aquella maravilla de la tecnología. Días más tarde, miles de personas tuvieron dificultad para entrar al sistema, cientos de cartas devueltas con cheques, miles sin recibir el dinero al cual tenían derecho.
Esto también pasa con la infraestructura del país. Cuando de vías de rodaje se trata, vemos como el gobernador de turno, con capacete y chaleco de seguridad, llega al proyecto de construcción para anunciar lo que será una gran obra. Meses después, el proyecto se detiene, los costos estimados aumentan sustancialmente y el país es víctima de carreteras que carecen de las mejoras necesarias y anunciadas. Esto pasa con el transporte marítimo, con la construcción de hospitales y la reparación de escuelas.
Recuerdo cuando en mayo del pasado año el gobierno anunció la asignación de $2.2 billones para salud, gobierno y el sector privado. ¿Sabemos en qué se destinaron los fondos? ¿El gobierno detalló que pasó? No, solo hizo el anuncio.
Llegó el momento en que el gobierno debe ser responsable y debe poner acción a los anuncios que realiza. El pueblo está cansado de escuchar que hay millones de dólares en fondos federales y estatales, que se espera el inicio de construcciones que resolverán el problema de cientos de residentes de la isla y que al final del camino, nada pase.
Reconozco la importancia de dejar saber lo que se hace. En especial, desde el punto de vista de las relaciones públicas, esos anuncios contribuyen a la imagen del gobierno. Sin embargo, se debe ser cuidadoso, ya que el pueblo se puede sentir engañado ante la ausencia de resultados. Al final del camino es el pueblo quien pasará juicio sobre las acciones gubernamentales.