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La comunidad con discapacidad auditiva necesita más. A pesar de las leyes aprobadas y de múltiples esfuerzos todavía las personas sordas se mantiene marginadas, desatendidas y con una diversidad de necesidades que para satisfacer les toma tiempo y esfuerzo. Es sorprendente cómo las agencias de gobierno incumplen con las leyes y reglamentos que atienden esta comunidad. Al igual que los oyentes, este sector de la población tiene que lidiar con los pormenores del quehacer cotidiano. Esto significa ir al Centro de Servicios del Conductor, a la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, al Departamento de la Familia a resolver situaciones o a buscar información. ¿Qué ocurre la mayor parte de las veces? Llegan y nadie les entiende, las agencias carecen de intérpretes y en muchas ocasiones, tienen que irse para regresar en otra ocasión.
Recientemente, recibí una llamada de una agencia de gobierno la cual me solicitó que pasara por sus oficinas para servir de intérprete a una mujer que iban a remover de su hogar debido a que su pareja la maltrataba. Como no había intérprete la iban a enviar a su hogar para darle una cita posterior. ¡Se imaginan! La vida de esa mujer estaba en manos de un agresor y le iban a dar una cita para otro día. Estas cosas no pueden ocurrir. Las agencias de gobierno tienen que cumplir con las leyes que cobijan a la comunidad sorda y ofrecerles los garantes disponibles.
Ninguna persona con discapacidad auditiva merece un trato desigual. El gobierno es el responsable de velar porque todas las personas reciban los servicios a los cuales tienen derecho. De nada vale celebrar legislación y hacer del tema uno de boga si finalmente las necesidades de la comunidad se mantienen latentes. Las agencias carecen de planes concretos para atender esta necesidad. Así lo manifiestan frente a la Asamblea Legislativa cuando se les pregunta por los planes de trabajo enfocados a las personas sordas. Por esta razón, el gobierno necesita hacer más por la comunidad sorda y tomar acción.
Piense por un momento que va a una agencia a resolver un problema que le aqueja. Usted llega, explica lo que ocurre y luego de varias horas sale de la agencia sin resolver el problema. Pues imagine que todo esto ocurra y que usted no pueda comunicarse. ¿Frustrante e injusto, verdad? La vida de las personas sordas es atropellada constantemente por la falta de personal capacitado para entenderles. Esto pasa en el gobierno y en la empresa privada. La mayor parte de las veces, los sordos se ven imposibilitados de ordenar en un restaurante, de comprar un bien o un servicio, de entender lo que ocurre en el país. Un intérprete para una conferencia de prensa es insuficiente para satisfacer las necesidades del sordo. Toda la programación de televisión debería ser interpretada para que al igual que nosotros los oyentes, la comunidad sorda pueda disfrutar, entender y comprender su entorno. Mientras, el primer paso es hacer cumplir las leyes que buscan atender la comunidad. El resto se logra cuando reconozcamos la necesidad de educar en lenguaje de señas.