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Recientemente, las representantes Nydia Velázquez, Alexandria Ocasio Cortez y el senador Bob Menéndez presentaron una versión revisada sobre la Ley de Autodeterminación de Puerto Rico del 2021 en sus respectivas cámaras legislativas. En comparación con la anterior, esta legislación bicameral y bipartidista facultaría a los puertorriqueños a determinar su propio futuro político y relación con los Estados Unidos (EE.UU).
La pagina número 4 de esta nueva versión establece que Puerto Rico debe crear un cuerpo semipermanente de delegados que debata y defina las diferentes relaciones políticas que alejarán a Puerto Rico del presente Estado Libre Asociado. Ósea una definición política fuera de las garras territoriales y coloniales estadounidenses. Cada relación política diferente que se elabore debe ir acompañada de un plan de transición. Una vez que se completen estos pasos, el Pueblo de Puerto Rico tendrá la oportunidad de elegir qué tipo de relación desea con los EE.UU..Comparada con la última versión, esta ordena al Congreso aprobar lo que el pueblo de Puerto Rico elija
Pero antes de que Puerto Rico pueda obtener la aprobación del Congreso, este proyecto de ley creará la Comisión Negociación Bilateral en la página número 6. De acuerdo con la página 8 y 9, la Comisión tendrá la “autoridad” para estudiar, hacer hallazgos y recomendar opciones relacionadas con la cultura, el idioma, los impuestos, el sistema judicial y de educación pública de Puerto Rico, la ciudadanía estadounidense y brindar asistencia técnica sobre cualquier asunto constitucional que la convención de estatus cree. En otras palabras, este proyecto de ley empoderará a la Comisión para seguir “brindando asistencia técnica” sobre la cultura, el idioma, los impuestos, los sistemas judiciales y de educación pública de Puerto Rico, mientras asesora a los delegados puertorriqueños en sus futuros desarrollos constitucionales en lo que sea necesario.
Claramente, un verdadero ejercicio de los poderes del Congreso sobre Puerto Rico al tratar a los puertorriqueños como sujetos políticamente inferiores en su propia convención constitucional. Una deformación de cualquier proceso para la autodeterminación de Puerto Rico.
¿Cree usted que EE.UU. habría permitido el asesoramiento y recomendaciones del Reino Unido, sobre la cultura, idioma, impuestos, sistema judicial y de educación pública, y asistencia técnica constitucional y en la redacción de su declaración de independencia y durante su convención constitucional?
Un verdadero proceso de autodeterminación permite al pueblo de Puerto Rico a determinar libremente su futuro político y perseguir su desarrollo económico, social y cultural regulando su propio comercio con naciones extranjeras y entre otros estados y creando leyes para el bienestar general del su pueblo. Por el contrario, al mantener la autoridad de “asesorar” a Puerto Rico durante su propia convención constitucional, esta ley someterá a Puerto Rico a capricho del Congreso antes que este pueda “aprobar” lo que decida el pueblo de Puerto Rico.
La autodeterminación le pertenece al pueblo de Puerto Rico. Este tiene la autoridad y la responsabilidad esencial de decidir qué es lo mejor para su nación. No necesita el asesoramiento de ningún país foráneo sobre su propia cultura, idioma, modos de tributación, sistema de educación pública y judicial o incluso que les brinde asistencia técnica en su propia convención constitucional.
Pero el Congreso puede aprobar una resolución conjunta, bilateral y bicameral, como esta aquí–https://www.ipetitions.com/petition/resolution-for-congress-congress-must-recognize, la cual reconoce el derecho inalienable de los puertorriqueños a ser libres de asesoramientos y recomendaciones de ningún país foráneo. Solo después de que Puerto Rico sea libre, podrá decidir su relación con Estados Unidos. Este es el derecho de los puertorriqueños.
Un proceso de autodeterminación sujeto a la autoridad y aprobación de otro país es un proceso fútil de autodeterminación.