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Por: Aracelys Otero Torres / Relacionista Lic R 53
Para poder cumplir con las necesidades de la prensa debemos estar conscientes de que el contenido, la rapidez y la veracidad son fundamentales para llegar a las masas efectivamente.Y eso, los relacionistas debemos tenerlo claro. Lo puedo ilustrar con los incidentes recientes que se han registrado en la Comisión Estatal de Elecciones (CEE), luego del proceso electoral del 3 de noviembre.
Los sucesos ocurridos, previo y posterior al evento, hacen que el profesional de las relaciones públicas que labore tanto para la agencia como para los partidos políticos, constantemente, esté atento a la información publicada. Qué se dice, cómo se dice y si, en efecto, lo publicado es lo que se pretende comunicar. Esta atención debe estar centrada en el cliente así como en la información provista por los medios de comunicación.
En el caso particular de la CEE, los términos propios de los procesos electorales, muchas veces, representan un reto para llevar el mensaje debido a su complejidad. Si el relacionista no está empapado de dicha información, podría inducir a error, tanto a los periodistas como al público en general.
Es vital que el relacionista conozca, cabalmente, el proceso al igual que los términos e información general para poder comunicar de manera correcta y orientar a los periodistas. Términos como escrutinio, recuento, contar, transmitir y divulgar gozan de diferentes significados y pueden causar confusión.
Es ahí cuando nos convertimos en pieza fundamental de la comunicación. De igual forma, permitir el acceso a la información, que incluye el poder entrevistar a los portavoces, estar disponibles para aclarar dudas así como emitir mensajes claros es fundamental.
Por otra parte, debemos estar atentos a la información que publican los medios para, si es necesario, reaccionar o comunicar lo que entendemos que es importante que nuestros públicos conozcan. Monitorear de manera constante todo lo relacionado con el tema o la agencia que representamos permite tener una visión sobre lo que es objeto de discusión entre nuestros públicos, si en efecto nuestros mensajes son parte de esa discusión y si existen o no dudas.
El periodista debe ver en la figura de los relacionistas un aliado por ser el mediador, en este caso, entre la agencia de gobierno o partido político y el medio. En muchas ocasiones, los portavoces de las agencias tienen agendas de trabajo complicadas y esto impide contestar una llamada, sostener una conversación, atender una entrevista, entre otros. Es entonces cuando el relacionista se convierte en el facilitador para proveer la información que el periodista urge o necesita. Esto no significa que nos vamos a convertir en portavoces, sin embargo, podemos ofrecer información con mayor rapidez. En mi experiencia, en ocasiones, una conversación corta, sosegada y veraz con el periodista aclara dudas y ofrece una visión más certera de lo que se quiere decir mientras evita errores que pueden suscitarse.
En la medida en que cumplimos con estos elementos damos mayor valor a nuestra gestión y demostramos que en efecto somos piezas fundamentales de la comunicación.