Voz Oeste

La felicidad

Por: Luis Ibrahyn Casiano

Hablar de ella nos cuesta, porque de primera rápido pensamos que es imposible de alcanzar. La realidad es, que es muy difícil ser feliz en tiempos tan convulsos donde el ser uno mismo pareciera ceñirse exclusivamente a las exigencias de una sociedad que minimiza el sentimiento. Por eso, es importante que sepamos que en síntesis la felicidad, en gran medida, es una decisión como muchas otras tantas que se deben tomar con determinación y con la perspectiva puesta en qué cosas debemos combatir para estar contentos.

Como seres humanos somos vulnerables a decenas de situaciones, entre ellas, algunas vinculadas a nuestras decisiones bien tomadas o mal tomadas; pero también a factores externos, como la política. Los asuntos dilucidados en los espacios de poder en gran medida nutrirán esas experiencias de vida que abonarán de forma directa e indirecta en nuestros estados de ánimo, e incluso en lo esperanzados o en la desesperanza que sintamos en nuestra vida personal y colectiva.

Como Trabajador Social creo firmemente en que lo que necesitamos está en primera instancia en nuestras propias capacidades, lo cual parte de la visión en que todos poseemos fortalezas innatas, y otras que podemos desarrollar, pero también entiendo y reconozco que los avances hacia el desarrollo de la felicidad plena se dan cuando observarnos fuera de la inmediatez y del individualismo al que hemos sido sometidos por intereses externos. Yo mismo, he tenido que pasar por ese proceso arduo del auto reconocimiento. Algo que puede hacernos sentir confundidos en muchas etapas de ese aprendizaje. También, he estado inmerso en identificar que otros factores externos me limitan en la consecución de mis sueños personales y colectivos. En este último, sobre cómo nos enfrentamos al poder que rige a la sociedad será determinante. Es por lo que construir nuestras realidades delimitadas por lo que nos han dicho o hemos experimentado desde la opresión sistematizada, es tan importante para la compresión de nuestra persona en este contexto socio político y cultural en que participamos.

La felicidad, como les dije, en gran medida es una decisión, pero sobre todos los factores externos, que no podemos dirigir de forma directa; también podemos incidir. Por eso, ahora que estamos inmersos en un proceso eleccionario, se nos hace imprescindible como seres humanos observar desde lo micro hasta lo macro cómo, y quién me representan en ese anhelo de ser feliz.

Todos tenemos un sueño en común que trasciende las ideologías partidistas, algo que nos haría convocarnos en los procesos con miras a cambiar la complacencia por el desafío a construir una nación mejor, un mundo mejor.  Tener más educación, mejor salud, un trabajo digno, seguridad alimentaria y de vivienda, entre otras tantas; como el recibir un trato humanitario en los procesos en que estamos inmersos, son algunas cosas que ayudarán a sentirnos realizados como parte de un todo del que somos un elemento valioso en una inseparable y necesaria coexistencia.

Organizarnos políticamente, también es importante para la felicidad, para poder frenar lo que limita nuestro derecho natural a alcanzarla. Vernos desde las dimensiones biológicas, psicológicas, sociales, culturales y espirituales es necesario para para conocernos y cambiar nuestras realidades, para provocar estadios de satisfacción en los que podamos expresar nuestra felicidad al haberlo logrado viviendo y no sobreviviendo; no solo al levantarnos y observarnos alrededor de quienes amamos o “solos” en nuestro espacio habitual, sino, que al salir a la calle y ver que la desigualdad va desapareciendo desde la decisión tomada de ser feliz incidiendo en esos factores externos que también la nutren.

Te invito a decidirte por la felicidad, es difícil, es duro el camino, pero es necesario. No tengas miedo a observarte desde lo adentros, atrévete ser un sol candente, o un gran aguacero en ese proceso de descubrimiento, es natural. Tampoco tengas miedo a ser un híbrido entre el clima cálido y uno de chubascos esporádicos, no temas a ser parte de ese todo diverso que nos complementa en ese puro anhelo de ser felices. ¡Toma acción!, desde las emociones y desde la razón. Pero también toma acción desde lo social y desde lo político.  

Salir de la versión móvil