Por: Eva Guadalupe Rivera
La crisis económica provocada por el Covid 19, la inestabilidad relacionada a los toques de queda, entre otros, ha afectado seriamente a la industria de restaurantes en Puerto Rico.A esto se suma la carencia existente de pescadores, la demanda de ciertos mariscos y las condiciones climáticas que contribuyen al débil e incierto panorama.
De acuerdo con el Secretario de la Villa Pesquera Puerto Real en Cabo Rojo, Hevel Vélez Luciano, no hay suficientes pescadores.“En época regular nuestros pescadores no dan abasto, la demanda por el pescado y el marisco es demasiada, ahora con la pandemia el problema es más grave”, reveló.
En estos momentos según indicó el secretario el panorama se complica debido a que varios pescadores se han acogido a los beneficios del PUA y se encuentran en sus hogares.
“Están en su derecho y que bueno que pueden acceder a esos beneficios, pero nos afectan en las pescaderías, ya que junio y julio son los meses de mayor demanda y los pescadores no están saliendo a trabajar “, expresó en calidad de anonimato un propietario de pescadería en el área de Cabo Rojo.
Esta situación imposibilita que se pueda cumplir con la demanda de los restaurantes y cada pescadería individualmente. El Secretario de Villa Pesquera en Cabo Rojo explicó que, cada establecimiento solicita y vende aproximadamente 150 libras de langosta semanales. También, entre los mariscos que más solicitan son: el pez capitán, el carrucho y el chillo. Sin embargo, este primer marisco “es el gancho para los demás”, destacó.
“Muchas personas van a comer exclusivamente langosta, pero mientras esperan ese plato principal en el restaurante o la compran cruda en la pescadería les puedes vender cualquier otro producto e inclusive al no haber langosta o carrucho muchos clientes optan por irse del lugar”, explicó Vélez Luciano.
“Actualmente, el problema principal está en que los pocos pescadores que están saliendo a pescar, el clima tampoco los está ayudando y aunque salen no están llegando con mucha langosta o carrucho y sin eso, no corre bien la economía de la pesca”, añadió el Secretario.
De la misma forma, los precios de la pesca se han elevado. La inactividad de competencia entre pescadores para vender sus conquistas está siendo enfoque de sobreprecios. “Al estar tan escasos los pescadores, cuando llegan a la orilla su pesca se torna más valiosa debido a la gran demanda que existe. Estamos hablando que debido a la baja en el número de pescadores toda la pesca aumentó entre 25 centavos hasta dos dólares”, precisó el también dueño de la compañía dedicada a la venta de productos del mar, Pesca de Aquí.